Centeno abandona el Gobierno portugués y deja vía libre a la presidencia del Eurogrupo

La vicepresidenta económica del Gobierno español, Nadia Calviño, favorita a sustituir al ministro portugués

El presidente del Eurogrupo, Mário Centeno.

El presidente del Eurogrupo, Mário Centeno. / EP

Silvia Martinez

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Tras cinco años como ministro de finanzas en el Gobierno portugués que dirige Antonio Costa, y varios meses manteniendo la incógnita, Mário Centeno ha anunciado que abandonará su cargo el próximo lunes lo que significa que no se presentará a la reelección como presidente del Eurogrupo cuando concluya su mandato el 13 de julio. Una decisión que abre la puerta a la vicepresidenta y ministra de economía del Gobierno español, Nadia Calviño, cuyo nombre suena desde hace meses como potencial candidata y que cuenta con posibilidades de acceder al puesto, al que ya intentó escalar sin éxito hace cinco años el ex ministro y actual vicepresidente del BCE, Luis de Guindos.

“Mi mandato como presidente del Eurogrupo finalizará el 13 de junio de 2020. El jueves informaré a mis colegas del Eurogrupo de mi decisión de no buscar un segundo mandato ya que para el 15 de junio renunciaré como ministro de finanzas de Portugal”, ha anunciado Centeno que asumió el puesto hace dos años y medio, a principios de 2018 en sustitución del halcón holandés, el socialista Jeroen Dijsselbloem, férreo defensor de las políticas más ortodoxas, y que fue precisamente quien terminó con las aspiraciones de Guindos.

Con este anuncio arranca oficialmente el proceso que culminará con la elección del nuevo presidente en el mes de julio. Aunque Calviño cuenta, según distintas fuentes europeas, con muchas posibilidades de acceder al cargo y es la gran favorita si España decide dar esta batalla, desde el ministerio de economía no han desvelado si la vicepresidenta dará un paso al frente y se postulará durante la reunión por videoconferencia que mantendrán este jueves los países del euro y en la que Centeno fijará el proceso de elección, previsto para el 9 de julio. “Por ahora no hay novedades”, se han limitado a señalar. “Ha sido un placer trabajar en estrecha colaboración durante estos últimos años”, ha destacado la vicepresidenta a través de las redes sociales subrayando el “excelente trabajo” desempeñado por su colega portugués pero sin dar ninguna pista sobre sus posibles aspiraciones. 

Más allá del requisito central para acceder al puesto –ser ministro de finanzas de un país de la Eurozona-, a la vicepresidenta del Gobierno le avala su trayectoria profesional, su experiencia y su perfil técnico en puestos de alta responsabilidad en la Comisión Europea, donde ha ocupado cargos de peso como la dirección general de presupuestos y la dirección general adjunta de mercado interior. A esto se suma el hecho de que pertenece a la familia socialdemócrata europea, que aspira a mantener la presidencia del Eurogrupo en manos de la izquierda para mantener el equilibrio en el reparto de altos cargos de la UE, con la presidencia de la Comisión Europea en manos de la alemana Ursula von der Leyen (PPE) y la del Consejo Europeo del liberal belga Charles Michel. Otro elemento a tener en cuenta es que el grupo de trabajo del euro, que prepara las reuniones del Eurogrupo, está ocupado por el finlandés Tuomas Saarenheimo. 

Según fuentes europeas, además de Calviño, también suenan para el puesto el liberal luxemburgués Pierre Gramegna, y el conservador irlandés, Paschal Donohoe. La elección del presidente del Eurogrupo se lleva a cabo mediante una votación secreta y para hacerse con el puesto, por un periodo de dos años y medio, los candidatos deben conseguir una mayoría simple de votos lo que significa que deberán asegurarse el apoyo de diez de los diecinueve países del euro.

La batalla por la OMC

La presidencia del Eurogrupo, sin embargo, no es el único alto cargo en juego en los próximos meses. Los ministros de comercio de la UE han abordado este martes la posibilidad de que los Veintisiete gobiernos europeos presenten un candidato conjunto al puesto de director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), ocupado actualmente por el brasileño Roberto Azevedo, que abandonará el cargo antes de tiempo, a principios de septiembre. Un puesto al que estudia postularse el comisario de comercio y agricultura, el irlandés Phil Hogan pero para el que incluso ha sonado en las últimas semanas la ministra de exteriores española Arancha González-Laya, con gran experiencia en asuntos de comercio.

“Ciertamente estoy explorando la opción de ser candidato a director general de la OMC. Creo que hay mucho trabajo por hacer para reformar la organización, hacer la más eficaz y eficiente pero también para abordar muchas de los importantes problemas comerciales que están emergiendo del covid19”, ha anunciado durante una rueda de prensa en Bruselas Hogan. Según ha indicado, la mayoría de los Estados miembros son partidarios de presentar un único candidato aunque hay algunos países que han optado por reservarse su posición a la espera de conocer los candidatos y sus perfiles.

“Habrá más deliberaciones en las próximas semanas”, ha añadido. Según la presidencia croata de la UE, que traspasará la presidencia semestral a Alemania a finales de mes, el proceso de presentación de candidaturas se cerrará el 8 de julio por lo que hay que actuar con rapidez para encontrar el perfil adecuado que según ha indicado debe ser “una figura política”, con “experiencia” y que “apoye el multilateralismo” porque "para nosotros es muy importante que haya una OMC basada en reglas y que funcione bien", ha defendido el ministro croata, Gorgan Grlic-Radman.