TECNOLOGÍAS PARA TIEMPOS DE CRISIS

Teletrabajo y formación a distancia: ¿es la gran oportunidad para la realidad virtual?

Las semanas de confinamiento que estamos viviendo han impuesto de golpe novedades como el teletrabajo o la formación virtual, que iban avanzando hasta ahora tímidamente. Con este cambio de escenario, se abren oportunidades para que tecnologías como la realidad virtual apueste con fuerza para quedarse.

vr realidad virtual

vr realidad virtual / economia

Fran Leal

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La crisis sanitaria que estamos viviendo está provocando que algunas innovaciones, de numerosos ámbitos, que llevaban un ritmo de implementación muy modesto hayan irrumpido de golpe.

Lo hemos visto con el teletrabajo, por ejemplo, que a pesar de sus muchas virtudes, apenas estaba siendo considerado por parte de las empresas. O las plataformas de formación online, que aunque sí estaban ya utilizándose, con el cierre de los centros educativos se han convertido en indispensables.

La realidad virtual, ¿llega para quedarse?

En este contexto, determinadas tecnologías pueden sumarse a la ola para ocupar una posición que llevan tiempo reclamando. Es el caso de la realidad virtual (VR), que puede desempeñar un papel de facilitadora del teletrabajo y la formación online.

En esta ocasión hemos hablado con Danny García, Tech Director de Kuantiko Studio, quien explica así las bondades de esta tecnología: “Posibilita una experiencia inmersiva capaz de recrear cualquier escena, ya sea a través de la generación de entornos virtuales en 3D o a través de video o fotografía 360º”. En su opinión, su potencialidad radica en que ofrece “experiencias virtuales sin salir de casa”, por lo que se presenta como una solución acorde a “las circunstancias de aislamiento social de estos días”.

Además, trasciende el ámbito individual, proyectándose como “una herramienta al servicio de la formación y el aprendizaje experiencial colectivo”, apunta García. De hecho, desde Kuantiko Studio han desarrollado el software VR Angel, con el que se pueden realizar conexiones simultáneas a sesiones colectivas y tutorizadas, lo que “permite hablar de la VR como una opción razonable y complementaria de formación para entornos empresariales y educativos, más si cabe en situaciones tan complejas como las que vivimos, con empleados y alumnos aislados en casa”.

Una tecnología abierta a cualquier sector

La potencialidad de la VR, por su capacidad para recrear cualquier tipo de entorno, es inmensa, según García, pues puede generar “desde experiencias de marca totalmente disruptivas y, por tanto, relevantes para consumidores y clientes, a experiencias de aprendizaje en cualquier sector, ya sea en el mundo empresarial o en el académico”.

Su implementación, aunque a ritmo lento, va creciendo, y García nos pone varios ejemplos. En el sector industrial están recreando un nuevo motor híbrido para los coches del futuro dentro del plan de formación de una compañía, mientras que en el ámbito educativo permite el desarrollo de una célula en 3D con la que experimentar en actividades complementarias relacionadas con las Ciencias Naturales.

Numerosos estudios, como el realizado por el VR & Learning National Training Laboratory, concluyen que la VR puede aportar unos beneficios destacables, tanto para el entorno de la formación laboral como en términos educativos:

- Permite la formación virtual en remoto, sin necesidad de desplazamiento de un trabajador o grupo a un espacio concreto.

- Facilita la retención del conocimiento, ya que a través de la experimentación el nivel de retención puede alcanzar el 75%.

- Reduce la curva de aprendizaje al evitar distracciones.

- Posibilita un control de toda la experiencia por parte del tutor.

Las clases del futuro

Por tanto, y llegados a este punto, es posible que la clase del futuro no se parezca mucho a las de hoy día. Según nos cuenta García, estarán marcadas por tres aspectos. Por un lado, la inmersión, que es “la característica más determinante de esta tecnología”. Por otro, la implicación que conlleva poder vivir situaciones en las que las reacciones a nuestras acciones tienen lugar en tiempo real, “lo que nos involucra en la experiencia de una forma única”.

Y, por último, la sensación de experiencia, ya que “una vez que nos quitamos el casco, muchos sentimos lo vivido como un recuerdo o una experiencia de algo que hemos llegado a sentir como real”.

Como vemos, la imposición de medidas como el teletrabajo o la formación virtual puede suponer una ocasión de lujo para que la VR demuestre de lo que es capaz. 

En el caso de Kuantiko Studio, además de VR (con el desarrollo, las actualizaciones y versiones optimizadas de VR Angel), también trabajan en soluciones de realidad aumentada, y realidad mixta, y de momento han confiado en ellos compañías como Chanel, Nissan, Lufthansa, British American Tobacco o Grupo Mahou San Miguel. Así, el futuro de la VR se presenta prometedor. Solo queda saber si será esta crisis sanitaria global el detonante de un crecimiento hasta ahora muy modesto o habrá que seguir esperando.