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Las bolsas vuelven a sucumbir al pánico al coronavirus

Bolsa española en Madrid

Bolsa española en Madrid / EFE

P. Allendesalazar

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El pánico al coronavirus sigue mordiendo a los inversores. Como viene sucediendo en las últimas semanas, cualquier rebote puntual en medio del histórico derrumbe de los mercados es seguido inmediatamente por un nuevo desplome. Las medidas extraordinarias adoptadas por los Gobiernos y los bancos centrales para parar el golpe sirven en el mejor de los casos de placebo de apenas un día de duración, y a veces ni eso. Tras subir un 6,41% en la víspera gracias al plan de choque del Ejecutivo español, el Ibex 35 ha caído este miércoles otro 3,44%, hasta los 6.274,8 puntos, y ya se hunde un 34,29% en lo que va de año. 

"El creciente soporte de los Gobiernos europeos tampoco ha generado aún un giro considerable en la percepción de los mercados", han apuntado en Monex Europe. El nerviosismo hace que la volatilidad sea extrema. La prueba es que el selectivo español ha abierto con una bajada del 3,44%, para después llegar a ponerse ligeramente en positivo, y volver después a las caídas abultadas. El índice estadounidense Standard & Poor's 500, por su parte, acumula siete sesiones consecutivas con subidas y bajas superiores al 4% por primera vez desde el 'crack' bursátil de 1929. La mala apertura de Wall Street, con descensos superiores al 6%, ha acelerado el mal comportamiento de los mercados mundiales. Los índices estadounidenses han cerrado con descensos de entre el 6,3% y el 9,69% y las cotizaciones han tenido que ser suspendidas de nuevo por lo abultado de los descensos.

"Los mercados todavía tienen que poner en precio el impacto completo en los beneficios corporativos, que tienen que ser rebajados más. Así que aunque las valoraciones han caído, aún tienen que caer más", ha indicado Esty Dwek, de Natixis IM Solutions. El retroceso de la bolsa española ha sido inferior a los de la alemana (4,5%), la francesa (6%) y la británica (3,8%), y solo ha superado al de la italiana (1,2%). El Eurostoxx 50, que reúne a las mayores cotizadas europeas, se ha desplomado el 5,72%, mientras que el euro ha llegado a caer por debajo de los 1,09 dólares y la libra ha bajado de los 1,18 dólares por primera vez desde 1985. El barril de petróleo 'brent', de referencia en Europa, ha caído hasta los 26 dólares, prácticamente la mitad que hace un mes.

Deterioro de la deuda

El deterioro de la valoración de la deuda pública en los mercados también empieza a ser preocupante. La prima de riesgo española (diferencial del interés del bono a 10 años respecto al alemán de referencia, indicador del riesgo de impago a ojos de los inversores) ha llegado a sobrepasar los 160 puntos básicos por primera vez desde junio del 2016, mientras que el italiano ha rebasado la barrera de los 300 puntos básicos ante los crecientes temores al impacto en las cuentas públicas de las medidas anunciadas por los Gobiernos. No ayudan los confusos mensajes del Banco Central Europeo (BCE), que ha tenido que volver a aclarar que tiene margen de actuación después de que el gobernador del Banco de Austria lo pusiera en duda.

Detrás de todo ello está la total incertidumbre sobre el impacto de la pandemia en la economía. IHS Markit ha rebajado su previsión de crecimiento mundial de este año al 0,7% y ha explicado que por debajo del 2% implica en la práctica una recesión. Para la eurozona, calcula una caída del 1,5% y una "débil" recuperación del 1% el año que viene. Scope, por su parte, cree que España registrará "un crecimiento cercano o inferior al 0%".

Para esta agencia de calificación, el plan de choque del Gobierno es "exactamente lo que se necesita" para afrontar la crisis sanitaria, una posición que también ha defendido Luis de Guindos, vicepresidente del BCE y exministro de Economía con el PP. "Aún no sabemos cómo se contabilizará oficialmente el paquete del Gobierno. Si la garantía (los 100.000 millones en avales) se asumiera en su totalidad y se añadiera al 'stock' de deuda del gobierno, que actualmente se encuentra en alrededor del 96% del PIB, esto aumentaría el nivel de deuda en alrededor del 8% del PIB hasta alrededor del 105% del PIB. Si los 17.000 millones de euros (en ayudas directas) afectan directamente al presupuesto del Gobierno, esto aumentaría el déficit presupuestario en alrededor del 1,4% del PIB", ha explicado su analista Alvise Lennkh, que se ha mostrado confiado en la "indulgencia de la Comisión Europea a este respecto al menos para el año 2020".