La Cambra de Barcelona atribuye al Estado la pérdida de liderazgo económico de Catalunya

La Cambra de Comerç de Barcelona ha atribuido este lunes al Estado la pérdida de liderazgo económico de Catalunya, ya que argumenta que si éste hubiera invertido la totalidad de los presupuestos establecidos en materia de infraestructuras, la economía catalana hubiera crecido un 3,3% y no se hubiera visto superada por Madrid.

Según la institución liderada por Joan Canadell, el hecho de que el grado de ejecución de los presupuestos estatales se sitúe en el 73,7% y se dejen de invertir 8.000 millones de euros en infraestructuras, sumado al efecto capitalidad "que beneficia notablemente a Madrid", hace que la economía catalana se haya visto superada por Madrid con un PIB por valor de 230.795 millones frente a los 228.682 millones del PIB catalán, ha informado en un comunicado este lunes.

En este sentido, ha defendido que si Barcelona se convirtiera en la capital de un Estado, la economía catalana se vería beneficiada en gran parte por el efecto sede, ya que captaría inversión derivada de la mayor presencia de servicios profesionales. Ha sostenido que el crecimiento de la economía de Madrid no ha ido en detrimento de la catalana, ya que el peso de la economía catalana se ha mantenido estable en los últimos años, representando entre un 18% y un 19% del total estatal.

La Cambra de Barcelona también ha analizado el grado de ejecución de las inversiones del sector público del Estado en el periodo 2015-2018, y ha constatado que Madrid ha recibido una inversión "sistemáticamente por encima de lo que estaba presupuestado", con un grado de ejecución del 113,9%, frente al 65,9% de Catalunya, y ha incidido en que Catalunya se sitúa sistemáticamente por debajo de su peso en el PIB estatal y en la población española. Además, si se tiene en cuenta la composición del PIB catalán en comparación con el de Madrid, la Cambra ha apuntado que la economía de Catalunya está mayormente basada en el sector industrial y más abierta al exterior, ya que el 64,6% de las ventas de bienes catalanes se hacen con el extranjero y el 35,4% con el resto de España.