propuesta de la patronal

El pequeño comercio sugiere trasladar Black Friday a finales de enero

El pobre balance de la semana de descuentos prenavideña invita al sector comercial catalán a buscar alternativas para el próximo año

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Eduardo López Alonso

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La patronal catalana del comercio Pimec Comerç propone que las jornadas de descuentos prenavideñas como Black Friday se trasladen a finales de enero. El balance económico de la semana del viernes negro importada de EEUU ha sido mediocre en términos generales para los pequeños comercios catalanes y crece la sensación de que deberían buscarse instrumentos novedosos y alternativos para dinamizar las ventas. La idea es que las rebajas prenavideñas no llegan a generar más ingresos. 

Según el presidente de Pimec Comerç, Àlex Goñi, "la evolución del Black Friday ha sido de aquellas cosas que no se han sabido hacer bien. De entrada ya es del todo incoherente que antes de la mejor venta del año se pongan una o dos semanas de rebajas, descuentos y ofertas. No tiene ninguna lógica". Entre las soluciones propuestas a ese callejón sin salida al que han impulsado las grandes firmas de comercio electrónico, la patronal comercial y Goñi en concreto propone que "si era necesario poner un Black Friday en algún lugar era más interesante ponerlo a finales de enero, cuando las rebajas empiezan a fallar".

El problema de la propuesta es que el ritmo de descuentos procede de gigantes exteriores y la capacidad del pequeño comercio o incluso las grandes cadenas de desmarcarse de la fiesta consumista importada es relativamente pequeña. Es cierto que algunas grupos de moda como Inditex se han mostrado públicamente en contra de aplicar descuentos en campañas de este tipo. Otras firmas hacen publicidad pero en la práctica restringen mucho el alcance de los recortes de precios a productos concretos. Los estudios que monitorizan los niveles de precios han confirmado que las reducciones afectaron este año en la semana de Black Friday a algo más del 9% de los productos. Pero es cierto que sí hubo también gangas, pero menos de las prometidas. 

Para Goñi, "muchos pequeños comercios se dan cuenta de que no es vital para sus negocios hacer descuentos, e incluso hablan de un factor negativo". La sensación generalizada es que solo ha servido para multiplicar la actividad de la venta 'on line'.