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El efecto de las protestas en la industria catalana enfrenta a De Meo y el Govern

El presidente de SEAT, Luca de Meo

El presidente de SEAT, Luca de Meo / periodico

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El presidente de Seat, Luca de Meo, ha puesto este martes en valor los últimos años de actividad de la marca en España, en los que ha encadenado récords de ventas. Pero no ha dejado pasar la ocasión para referirse a las protestas en las calles en Catalunya tras la sentencia del 'procés': "Lo único que pido es que me dejen trabajar". Básicamente ha reiterado declaraciones realizadas por el directivo del grupo Volkwagen sobre los efectos de las movilizaciones en la industria catalana, que, por cierto, han provocado la reacción parte del Govern de la Generalitat. 

El 'conseller' de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet, ha replicado al presidente de Seat que hay "normalidad" en Catalunya pese a las protestas. En una rueda de prensa tras la reunión del Govern, Calvet ha asegurado que "hay normalidad en el país y en la producción industrial", y ha dicho que, como muestra de ello, este lunes se celebró la cena de los Premis Carles Ferrer Salat de Foment del Treball, donde el mismo Luca de Meo fue premiado.

"El Govern está atento a que se garantice el derecho de protesta y el derecho a la movilidad y al desarrollo ordinario del país", ha asegurado el 'conseller', y ha precisado que ante los cortes de carretera por las protestas actúan de la manera que aconseja la Conselleria de Interior.

Sentir miedo y preocupación

Una visión que no acaba de compartir el directivo de Seat. De Meo ha recordado que hace un par de semanas, coincidiendo con la huelga general convocada por un sindicato independentista en protesta por la sentencia del Tribunal Supremo, la dirección y los sindicatos de Seat acordaron cerrar la planta tras sentir "miedo" y "preocupación".

"Nosotros no tenemos la arrogancia de querer opinar de cosas que están muy por encima de nuestro papel. Yo solo soy un tío que fabrica y vende coches. No tengo que decir nada si (las protestas) no impactan en la operativa, pero hace un par de semanas sí que estuvimos preocupados", ha explicado el empresario italiano. El temor de Seat era que las protestas, que incluían cortes de carreteras, impactaran en la operativa de la compañía, que trabaja con un sistema muy preciso de llegada de componentes y ensamblaje de vehículos. "Yo no puedo sacar coches a los que les falte el volante", ha puesto como ejemplo De Meo, tras recordar que en la planta de Martorell (Barcelona) entran cada día 16 millones de piezas.

Pasados esos momentos, De Meo se ha mostrado confiado en la capacidad de la compañía de gestionar el día a día. "Nosotros manejamos bien la situación y las cosas ban bien. Ojalá que sigan así", ha dicho. El presidente de Seat ha explicado que anoche coincidió en la cena de entrega de los Premios Carles Ferrer Salat de Foment con el vicepresidente y 'conseller' de Economía, Pere Aragonès, con el que intercambió algunas impresiones respecto a la situación en Cataluña.

Capacidad de tomar decisiones

De Meo y Aragonès comentaron la propuesta realizada la semana pasada por el 'Govern' de reunirse en Wolfsburg (Alemania), donde el Grupo Volkswagen tiene su sede, con directivos del consorcio para intentar tranquilizarles sobre la situación.

Tras asegurar que la dirección de Seat habla "siempre" con Wolfsburg, De Meo ha insistido en que la marca española "se ha ganado el derecho de ser dueños" de su "destino" y ha añadido: "No tenemos que llamar a papá" para tomar decisiones.