balance anual

Los ayuntamientos se suman ya a la bajada de la inversión en obra pública

La administración local ha reducido un 25% las licitaciones realizadas en el primer trimestre del 2019

Vistas desde el mirador de Glòries del lado montaña de la plaza

Vistas desde el mirador de Glòries del lado montaña de la plaza / RICARD CUGAT

Max JIménez Botías

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El 2018 fue un año gris para la licitación de obra pública en Catalunya. A penas si creció con respecto al 2017, un año ya malo para las empresas del sector por el bajo volumen de contratación. Pero el 2019 apunta a ser un año con una tonalida más oscutra --"gris marengo", según ha explicado el presidente de la Cambra Oficial de Contratistes d'Obres de Catalunya (CCOC), Joaquim Llansó, que ha presentado este martes la evolución del sector de la construcción en Catalunya.

La razón por la que el 2019 no pinta particularmente bien es la bajada de la licitación en la contratación de obras pública por parte de los ayuntamientos en el primer trimestre del 2019. "Este año ya son la elecciones municipales y la adminsitración local comienza a reducir la inversión en obra publica", ha explicado Llansó, quien ha recordado que las otras dos administraciones --la central y la autonómica-- no solo no han aumentado su licitación, sino que ningua de las dos cuenta con presupuestos aprobados, con lo que la inversión a lo largo del año "se resentirá", ya que no es previsible que hasta septiembre pueda contarse con presupuestos, si es que puede constituirse un Gobierno en Madrid y en Barcelona el Govern puede consensuar los suyos.

Según la Cámara de Contratistas, en el primer trimestre del 2019 las administraciones locales ha licitado obras por valor de 231 millones de euros, lo que representa una caida del 25% con respecto al último trimestre del 2018 y es un 5% inferiror a la del primer trimestre del  año pasado. "No creo que en el conjunto del año se alcancen los 1.671 millones que los ayuntamientos invirtieron en el año anterior", ha anticipado Llansó, año en el que se incrementó particularmente la inversión en tanto que previo a los comicios municipales que deben realizarse en el mes de mayo. 

Ciclos electorales

"La obra pública se ve muy afectada por los ciclos electorales y la aprobación o no de presupuestos. La celebración de elecciones municicpales en mayo de este año ha supuesto un aumento de licitación y de inversiones de la adminsitración local, que no tendrá contiunidad para lo que queda de año", señalan las perspectivas inversores de los constructores. La CCOC inisiste en que la falta de presupuestos por parte de las adminsitraciones central y autonómica, "quiere decir que no se pueden iniciar nuevos proyectos y por lo tanto la iniciatiavas propuestas por los dos gobierno se verán frenadas y se retardarán las aplicaciones presupuestarias destinadas  a inversión que, además de ser escasas cuantitativamente, tendrán una tramitación más complicada administrativamente y se demorarán en el tiempo", plantean.

La Cámara ha denunciado, por otra parte, la proliferación de cláusulas sociales en las licitaciones que, a su juicio, están mal planteadas en los pliegos de las licitaciones de obras públicas. Llansó, y el secretario general de esta corporación, Ignasi Puig, han asegurado que han aumentado este tipo de cláusulas "bienintencionadas" que, en la práctica, acaban siendo ineficaces o bien alteran equilibrios internos de las empresas, según esta corporación.

Como ejemplo de ello, han dicho que la sociedad Barcelona d'Infraestructures Municipals (BIMSA) pide en algunas licitaciones que por una obra se pague a los trabajadores un 10 % más de lo previsto en el convenio del sector, algo que supone crear "desigualdades en el seno de las empresas", según los contratistas. A juicio de Puig, no tiene sentido que ese trabajador cobre un 10 % por una obra que otro que están realizando otra de iguales características licitada por otro ente.