El independentismo aspira a controlar la Cambra de Comerç

La revolución independentista pretende trasladarse a la Cambra de Comerç de Barcelona. Este miércoles, los integrantes de una candidatura colectiva sin candidato a presidente fueron presentados bajo la tutela e impulso de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y su presidenta, Elisenda Peluzie, el Cercle Català de Negocis (CCN), Sobirania i Justícia y Fundació Catalunya Estat. En plena calle Diagonal de Barcelona, sin espacio reservado en las oficinas de la Cambra, el independentismo más hábil dio un paso relevante para el control del tejido productivo catalán y dejar oír la voz del empresariado de lazo amarillo en un lobi de peso. La ANC pondrá a disposición de los aspirantes de la candidatura 'Les Cambres: eines de país' todos sus medios para promocionar el voto. Cualquier futuro presidente de la Cambra que quiera el apoyo de los elegidos deberá comprometerse con la República y la independencia. 

Y la ilusión vuelve a ser el arma más potente de un objetivo más creíble de lo previsto, como consecuencia de un cambio legal que ha habilitado el voto electrónico en la próximas elecciones camerales del 8 de mayo. En las últimas elecciones, con un censo teórico de 400.000 votantes, solo votaron el 2% de los empresarios que podían hacerlo. De las 60 poltronas en juego, 14 están reservadas previo pago a empresas de gran porte, otras seis a patronales y 40 se reparten por epígrafes profesionales. 

La ANC pondrá a disposición de los empresarios un call center para dar a conocer la manera de votar por vía electrónica y a qué candidatos, que serán aquellos que hayan mostrado su disposición a defender la república catalana y la independencia o los integrados oficialmente en la candidatura oficial. Si consiguen la mayoría de las sillas del pleno de la Cambra podrán nombrar su presidente. 

Del resto de candidaturas, la de Enric Crous es la que ha suscitado hasta ahora las mayores simpatías independentistas, pero no se han concretado en un acuerdo explícito. La de Carles Tusquets es la que genera las mayores fobias independentistas. Las de Ramon Masià, la del lobi feminista 50a50 y la de José María Torres se suman también a la abierta batalla. 

Pere Barrios, uno de los candidatos de la nueva candidatura independentista presentada, se mostró confiado con el éxito de la iniciativa aunque reconoció que "todo dependerá del impulso que ofrezcan las organizaciones como la ANC para favorecer la participación". Paluzie destacó la "pluralidad" de la candidatura independentista y defendió la oportunidad de que "los valores republicanos se trasladen a la Cambra, como una herramienta transparente y un organismo democrático". El actor Joel Joan describió la candidatura como producto de una "idea ilusionante y transformadora" que debe conseguir que la Cambra sea "una herramienta de país y no al servicio de Madrid y su oligarquía". 

Barrios destacó que "los empresarios catalanes son más independentistas de lo que se piensa" y que eso se dejará notar en el futuro gobierno de la Cambra. Carme Minguella se postuló para defender de manera prioritaria los intereses de la mujer, mientras Albert Pont cargó contra grandes empresas que ocupan puestos de representatividad sin que nadie las haya votado. El director general de Bon Preu, Joan Font, figura en la candidatura independentista, aunque también en la de Crous. Es uno de los candidatos cruzados, pero aseguran que no será el único. Las cámaras de Terrassa, Manresa y Sabadell tendrán también candidaturas independentistas diferenciadas.