Pacientes localizados

Localización hospitalaria de pacientes y equipamiento sanitario a través de sistemas basados en el internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés). Esta es a grandes trazos la solución tecnológica que ha desarrollado Mysphera y que, según explican sus creadores, permite a los hospitales incrementar su eficiencia en la gestión.

"Antes de contar con nuestra tecnología, uno de nuestros clientes empleaba permanentemente a tres celadores en buscar sillas de ruedas por los pasillos. Esto suponía un gran desperdicio de recursos humanos", explica Salvador Vera, director general de la ‘start-up’, como ejemplo de la mejora en los procesos que supone para un hospital adoptar Mysphera.

En cuanto a la localización de las personas ingresadas, que se realiza a través de un brazalete inalámbrico, los beneficios son parecidos, ya que permite llevar el registro de entrada y salida de los pacientes y de sus movimientos intra-centro –por ejemplo un traslado de la UCI a planta– de manera automatizada.

Mysphera también posibilita que los allegados de las personas hospitalizadas conozcan su situación en tiempo real, de manera que pueden saber cuándo entran y salen de quirófano o en qué parcela del centro se encuentran en cada momento.

Actualmente la ‘start-up’, fundada en el 2012 y con sede en el Parque Tecnológico de Valencia, cuenta con una cartera de 45 clientes entre los que destacan los hospitales de Vall d'Hebron de Barcelona, la Virgen del Rocío de Sevilla o el St Joseph de París.

La inversión inicial para instalar Mysphera depende de las dimensiones del centro y de si la tecnología se implementa en una parte o en la totalidad de la clínica. El desembolso inicial, por tanto, es variable en cada caso y oscila entre un mínimo de 50.000 euros y un máximo de un millón. La compañía emplea a 43 personas, superará los 2 millones de facturación este ejercicio y alcanzó el equilibrio entre ingresos y gastos el año pasado.

Financiación

La empresa ha levantado recientemente 2,5 millones de financiación aportados por Banc Sabadell –a través de Sabadell Venture Capital–, la gestora de capital riesgo Swanlab Venture Factory y Áliad, el vehículo de inversión del grupo Air Liquide.

Los recursos se destinarán a iniciar el plan de internacionalización de la compañía en EEUU y Suramérica. Tras la última ronda de financiación el capital de la sociedad ha quedado repartido en tres partes iguales entre Salvador Vera y Eduardo Montón –fundadores de Mysphera–, algunos 'business angels' que apoyaron el proyecto inicialmente y los fondos de capital riesgo que han suscrito la última ampliación de capital.