Datos OCDE

La recuperación de la economía se resiste a llegar a las familias

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Gabriel Ubieto

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Después de haber tocado suelo, la recuperación de  la economía en los últimos años está marcha, pero tarda en llegar a las familias de los países desarrollados. Los datos publicados este lunes por la a organización de países desarrollados OCDE ponen de manifiesto que con carácter general, los ingresos de las familias crecen mucho más despacio que el conjunto de la economía, dejando mayor espacio a los beneficios empresariales y a la recaudación de impuestos.

En el caso de España, es peor aún. Desde principios del 2010 el producto interior bruto (PIB) por habitante ha crecido en España el 6,5%; sin embargo, los ingresos de las familias españolas per cápita no solo no han crecido tanto (como ha sucedido en el conjunto de la OCDE), sino que han bajado, y a finales del 2017 se sitúan el 5% por debajo que a principios del 2010. La brecha entre ambas magnitudes alcanzó pues 11,5 puntos en España, mientras que en la media de la Unión Europea fue de 6,1 puntos.

“El crecimiento en los ingresos reales per cápita de los hogares aporta  mejor imagen de los cambios en el bienestar económico de las familias que el crecimiento del PIB por habitante”, valora la OCDE

Una brecha que se suaviza

En los últimos años la brecha entre ambas variables se ha suavizado, también en España. Desde finales del 2015 hasta finales del 2017, el total de la riqueza producida por la economía española dividido por el número de habitantes (PIB per cápita) ha crecido el 6,43%. Frente a esto, los ingresos totales de los hogares en ese año (salarios, cobro de intereses o dividendos, rentas profesionales y subvenciones sociales) por cabeza solo creció el 1,54%. La brecha entre ambos indicadores, pues, se ha reducido a prácticamente 5 puntos de diferencia.

En particular, en el 2017 el PIB per cápita volvió a crecer más que la renta familiar por habitante (2,84% frente a 0,7%), pero la brecha bajó a 2,14 puntos.

Canadá rompe la tendencia

El crecimiento de la producción que no va a las familias engrosa los beneficios de las empresas y mejora los ingresos de las administraciones públicas, cuya recuperación logra ir más deprisa que la de los hogares. De ahí la conclusión a la que llega la propia OCDE en su informe en el sentido de que la recuperación está tardando en llegar a las familias.

“Desde el primer trimestre del 2010, dentro del grupo de las siete mayores economías del mundo, la mayor brecha se dio en el Reino Unido (6,7 puntos) mientras que en Canadá el crecimiento de la renta real de las familias por habitante superó el del PIB per cápita en 1,2 puntos”, resume la OCDE en relación al grupo de países que se extiende a EEUU, Italia, Alemania, Francia y Japón. En España, fuera del G-7 la brecha superó a la del Reino Unido y llegó a los 11,5 puntos.

Una brecha creciente

También en el conjunto de la OCDE, la brecha entre el crecimiento de la economía y el de los ingresos familiares se ha reducido en los últimos años. En los nueve trimestres que van desde octubre del 2015 hasta diciembre del 2017 la renta disponible que tienen las familias del conjunto de la OCDE se incrementó en el 2,3%, mientras la riqueza global subió el 3,8%.

En particular, en el 2017 la renta de las familias subió el 0,7%, menos de la mitad que el PIB per cápita, que avanzó el 1,9% en el conjunto de la OCDE.