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Ramis, ante su enésimo 'match ball': "No vamos a ganar por magia, hay que pelearlo"

El Espanyol afronta este sábado otra cita decisiva en casa ante el Mirandés

Un Espanyol muerto sufre otro revolcón en Santander

Ramis, en un entrenamiento del Espanyol en Sant Adrià.

Ramis, en un entrenamiento del Espanyol en Sant Adrià. / RCDE

Raúl Paniagua

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Luis Miguel Ramis sigue consumiendo vidas al frente del Espanyol. Después del fiasco sufrido en Santander, el técnico volverá a sentarse en el banquillo este sábado ante el Mirandés en otra cita de alta tensión en la que no vale otro resultado que no sea la victoria. Por la entidad del rival y por la situación compleja del bloque catalán, el triunfo es obligatorio para los pericos.

"Aunque nos pese, ahora mismo, cuando nos enfrentamos a un equipo, los dos somos de Segunda competitivamente hablando. ¿En qué estoy mintiendo? Otra cosa es que el pasado nos hable de la grandeza y de todo lo conseguido por el Espanyol. Yo sé lo que es el Espanyol y siempre me ha tirado mucho más que lo de enfrente [en clara alusión al Barça]. Pero no vamos a ganar por magia, hay que pelearlo", reflexionó el preparador.

Equipo estancado

Con 17 puntos de 36 posibles, un bagaje que ni siquiera alcanza el 50%, el cuadro catalán se ha estancado de mala manera. Solo la igualdad de la categoría y los tropiezos de los rivales le han permitido mantenerse en la zona de playoff, pero la escalada no puede retrasarse más, teniendo en cuenta también que el próximo compromiso será la dura visita al Eibar.

"Hay que competir. Es obvio que estamos en el top, pero a la hora de jugar un partido no se puede trasladar que avasallarás a los rivales", advirtió de nuevo Ramis, que espera la mejor respuesta de sus jugadores. "Todos tenemos interés en volver a la élite. Nos juntamos muchas veces y hablamos de ello y quieren devolver el club a Primera".

"Frustración y rabia"

Ramis se mostró comprensivo con la afición, entendiendo su enfado y sus quejas. En el terreno personal, apuntó que está "bien y con muchísimas ganas", con una sensación de "frustración y rabia" al no ver traducido en resultado el trabajo semanal.

El técnico, finalmente, recurrió a una frase clásica de su discurso al apuntar que el Espanyol en disposición de "todo y de nada" en alusión a esa igualdad que preside una categoría, en la que cualquier racha positiva resulta clave. "Vamos a ir a por el todo", concluyó.