Champions League

¿Qué le pasó al Barça contra el Benfica? Las claves del anómalo empate

Las culés mostraron una faceta poco conocida y en cierta medida irreconocible ante el Benfica en Lisboa, de donde volvieron con un resultado inesperado

El Barça empata con el agua al cuello ante un Benfica cruel (4-4)

Las jugadoras del Barça durante el partido de Champions contra el Benfica

Las jugadoras del Barça durante el partido de Champions contra el Benfica / EFE

Laia Bonals

Laia Bonals

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El Barça tropezó este miércoles contra el Benfica. No es para nada habitual ver a este equipo deshecho, con falta de solidez. Hubo aspectos claves que desencadenaron en un partido que terminó en empate gracias a un testarazo decisivo de Lucy Bronze en la última jugada. Pero, ¿cuáles fueron las claves de este resultado inaudito?

Keira Walsh e Ingrid Engen durante el partido contra el Benfica

Keira Walsh e Ingrid Engen durante el partido contra el Benfica / EFE

Fragilidad defensiva

El Barça presentó una falta de eficiencia en defensa poco habitual. Sin ninguna de las dos centrales titulares (Mapi, lesionada de larga duración, e Irene Paredes, con un proceso vírico), Ingrid Engen y Marta Torrejón fueron la pareja elegida por Jonatan Giráldez para ser el cerrojo del equipo ante el conjunto de Filipa Patão. Ninguna de las dos estuvo acertada en algunas de las decisiones clave ni en las acciones que terminaron en gol de las lusas.

Una desorganización desconcertante que desembocó en unos de los peores partidos que se le recuerdan en defensa al equipo azulgrana. "No estamos acostumbradas a recibir tantos goles y sales cabreada del partido", reconocía Torrejón al finalizar el encuentro. 

Presión asfixiante

El Benfica aprendió el guion de memoria y cómo retorcerlo. Pese a ir por detrás en el marcador a los pocos minutos, las futbolistas del conjunto luso no cambiaron un ápice de su planteamiento y su arma más asfixiante, la presión, la ejecutaron a rajatabla. Una opresión que incomodó ostensiblemente la salida de balón del equipo culé. A medida que se desarrollaba el partido hubo destellos de frustración de las azulgranas, poco acostumbradas a no encontrar ese salvoconducto que diera la vuelta a la situación.

El marcaje individual de jugadoras como Aitana Bonmatí y Patri Guijarro inhabilitó en ciertos momentos el centro del campo.

Las jugadoras del Benfica celebrando un gol contra el Barça

Las jugadoras del Benfica celebrando un gol contra el Barça / EFE

Rival de entidad

"Si alguien creía que estábamos en cuartos de final por casualidad o porque teníamos un grupo fácil o cualquier otra cosa... Pues creo que hemos borrado cualquier duda al respeto", defendía Andrea Falcón, exazulgrana que ha recobrado la sonrisa en el vestuario del Benfica. La canaria salió satisfecha del encuentro, no solo por el resultado, sino por el golpe de autoridad dado en la mesa (y en el panorama internacional).

El Benfica es el claro ejemplo de que, cuando un club cree en lo que hace y dedica esfuerzo y recursos en ellos, se pueden dar pasos agigantados en poco tiempo. La temporada pasada vimos este mismo encuentro en la fase de grupos y la distancia entre los dos equipos era abismal. Ahora, pese a que en el partido de ida en el Johan Cruyff golearon con un 5-0, en el partido en Lisboa las cosas fueron diferentes.

Papel discreto de las estrellas

Todos estos condicionantes se deben añadir a que las culés tampoco tuvieron su día. Un partido intrascendente, que debía servir para refrescar piernas y dar descanso después de certificar la primera plaza de grupo ya la jornada pasada, se convirtió en un vaivén de ocasiones que requirió un esfuerzo físico. Las futbolistas dirigidas por Jonatan Giráldez salieron con todo, no les gusta regular ni dejarse ir. Sin embargo, hay veces que una tiene el día cruzado y las cosas no salen. Ni las genialidades de Graham Hansen, totalmente inconmensurable esta temporada, permitieron al Barça poner tierra de por medio en el marcador.