Fútbol en Oriente Próximo
Turquía no quiere futbolistas israelís
Después de que Ankara deportase al jugador Sagiv Jehezkel, otro israelí, Eden Kartsev, ha sido expulsado de su equipo, el Basaksehir de Estambul
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Adrià Rocha Cutiller
Periodista
Todo de precipitó muy rápido. El fin de semana pasado, tras marcar un gol para el Antalyaspor, Sagiv Jehezkel celebró su tanto enseñando su vendaje en la mano. Había un mensaje escrito en letras pequeñas, diminutas. Era domingo por la tarde y nadie se enteró.
Pero las horas pasaron, llegó el lunes por la mañana, y la noticia estalló: el mensaje que Jehezkel había escrito decía “100 días, 7 de octubre”, y estaba acompañado por la estrella de David. El extremo, de nacionalidad israelí, recordaba así que se cumplían justo 100 días del ataque que Hamás protagonizó a principios de octubre contra el sur de Israel.
Esa acción, que provocó más de 1.000 muertos en un solo día, desencadenó una brutal respuesta israelí contra la franja de Gaza, que aún dura. Si en un día hubo 1.000 muertos israelís, Israel ha hecho lo mismo, hasta hoy, con casi 25.000 palestinos.
Acusaciones de Erdogan
Turquía, en un principio, intentó ubicarse en una posición de moderación entre Israel y Hamás, pero a las pocas semanas de ofensiva israelí, el gobierno de Recep Tayyip Erdogan cambió. Ahora, Erdogan acusa semanalmente al primer ministro israelí, Benyamín Netanyahu, de terrorista y genocida. Defender a Israel, en Turquía, puede salir caro.
Y Jehezkel tenía las horas contadas. El lunes por la mañana, el extremo fue detenido por la policía y acusado de incitar al odio. Por la tarde fue puesto en un avión con destino Tel Aviv. “Nunca quise provocar ni incitar a nadie. No quiero esta guerra. Solo soy alguien que quiere que este periodo de 100 días termine ya. Quiero que la guerra acabe. Por eso mostré ese mensaje”, dijo el punta a la policía turca.
Todos fuera
Su caso se repitió. El mismo día que Jehezkel mostró su vendaje, otro futbolista israelí en Turquía, Eden Kartsev, compartió en sus redes sociales un mensaje pidiendo la liberación de los rehenes israelís en manos de Hamás.
Su club, el Basaksehir de Estambul, obligó al jugador a borrar su comentario. El jugador lo hizo. Todo tenía que terminar ahí, pero en ese momento estalló el caso del extremo del Antalyaspor. Kartsev, este jueves, fue despedido del Basaksehir, y ha sido mandado en condición de préstamo al Maccabi Tel Aviv, con opción de compra no obligatoria pero casi.
“Sus palabras fueron en contra de la sensibilidad de Turquía, y acorde con las instrucciones disciplinarias de nuestro club, el jugador ha sido multado, y hemos decidido que lo más apropiado es que, a partir de ahora, continúe su carrera fuera de nuestro país”, apuntó el Basaksehir en un comunicado publicado este jueves.
Del sector más conservador
Este club de Estambul, que ganó la liga turca en 2020, ascendió entre los grandes del país anatolio gracias al dinero inyectado por empresarios y sectores cercanos a Erdogan, que buscaba contrarrestar el poderío de los tres grandes clubes del país, Galatasaray, Fenerbahçe y Besiktas, cuyos clubs de fans son políticamente contrarios al presidente turco.
El Basaksehir se ha buscado erigir como el equipo del sector más conservador e islamista de la población turca. “No queremos sionistas que insulten los valores y sensibilidades de nuestro país”, valoró en ‘X’ el mayor club de fans del Basaksehir sobre Eden Kartsev.
Uno resiste
Ahora, tras la marcha forzada de Kartsev y Jehezkel, tan solo queda un jugador israelí en la Superliga turca. Se trata de Ramzi Safuri, un árabe israelí que compartía vestuario con Jehezkel en el Antalyaspor.
Sus horas en Turquía podrían estar contadas. En octubre, dos semanas después del ataque de Hamás y de la ofensiva posterior israelí contra Gaza, la federación turca de fútbol decidió que en todos los estadios del país se celebraría un minuto de silencio de condena por la guerra de Israel contra Gaza. Jehezkel y Safuri, ese día, se negaron a jugar. El Antalyaspor se lo permitió, y la historia no fue a más.
Pero ahora, meses después, la historia es muy diferente: Israel y Turquía retiraron sus embajadores, e Israel pide a sus ciudadanos que abandonen el país turco por miedo a ataques. Safuri, a cada publicación en sus redes sociales, es atacado e insultado por usuarios turcos. La liga turca no quiere jugadores israelís.
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