APUNTE

El João Félix del Atlético, por Sònia Gelmà

En busca del prestigio perdido

Xavi, el Barça y los vales de tranquilidad

Los Joaos al rescate. Cancelo y Félix conducen el paso del Barça a octavos de la Champions tras remontar al Oporto (2-1)

Los Joaos al rescate. Cancelo y Félix conducen el paso del Barça a octavos de la Champions tras remontar al Oporto (2-1) / JORDI COTRINA

Sònia Gelmà

Sònia Gelmà

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João Félix es uno de esos jugadores señalados desde jóvenes cuya expectativa supera a su carrera. Los 126 millones que pagó el Atlético de Madrid por su traspaso --con tan solo 19 años-- le etiquetaron como crack antes de poderlo demostrar. Su talento y su gestualidad corresponden a la de esos jugadores que están por encima de la media, pero hasta el momento su calidad aparece con cuentagotas. 

El portugués llegó a Barcelona con la intención de renacer futbolísticamente, el objetivo era que olvidáramos su etiqueta: quería dejar de ser el "João Félix del Atleti". Y por momentos lo consiguió, el cambio de aires pareció sentarle bien y su capacidad, combinada con la necesidad azulgrana de talento, hizo que encajara rápidamente. Incluso le vimos correr tras el rival. Xavi, que no había sido precisamente defensor del fichaje, no dudó en darle continuidad.  

La rutina de la irregularidad

Pero la camiseta azulgrana dejó de ser novedad, llegó la rutina y con ella, la irregularidad del portugués. Ha mezclado partidos insustanciales, con otros con destellos de calidad pero con poco impacto y aun tuvo un par de fogonazos ante cuentas pendientes. Pero para su desgracia, y la del Barça, no todos los partidos son contra el Atlético. 

La dejadez de funciones de João Félix le ha devuelto a ese banquillo que tanto odia. Porque considera que no es su hábitat natural, porque los cracs no soportan descansar, ni ser suplentes. Pero para tener los privilegios de un crack, hay que marcar diferencias, y el portugué no lo consigue con la suficiente asiduidad como para que su entrenador le perdone sus pecados defensivos. 

Creímos que llegaba al Barça un nuevo João Félix, que el problema era Simeone, pero hasta ahora no fue más que un espejismo. João Félix sigue siendo "el del Atlético". Tiene seis meses por delante para convencer al mundo de que la expectativa puesta sobre él no es un error, de que puede ser constante. De lo contrario, tendrá que seguir buscando algún destino donde olvidar que es "el Joao Félix del Atlético". 

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