Opinión | Apunte

Sònia Gelmà

Sònia Gelmà

Periodista

En busca del prestigio perdido, por Sònia Gelmà

Así juega el Nápoles de Mazzarri y Osimhen, el rival del Barça en octavos de la Champions

Xavi, el Barça y los vales

Xavi y Lewandowski.

Xavi y Lewandowski. / VALENTI ENRICH

De la misma manera que en el Barça se celebró haber esquivado la bola del PSG, más de uno en Nápoles debió sonreír con satisfacción al ver que el sorteo no les emparejaba con el City, el Madrid o incluso el Atlético. De hecho, aunque, de vez en cuando a alguien se le escape aquello de que el Barça es uno de los mejores equipos del mundo, hoy en día no es más que un tópico en el que se refugian algunos rivales casi por deferencia. El último, Guillamón, este sábado pasado tras el empate. Resulta difícil sostener esa afirmación tras los últimos descalabros europeos. 

El Barça sigue llevando la etiqueta histórica de grande de la Champions, pero ya no le temen. Se lo ha ganado a pulso. Incluso esta misma temporada, cuando por fin ha vuelto a las rondas eliminatorias, las derrotas en Hamburgo con el Shakhtar y en Amberes han alargado su imagen de vulnerabilidad. 

Hay margen

Pensar que el Barça puede ganar esta Champions es algo ahora mismo de ilusos. Pero sí que puede avanzar en su reconstrucción, que diría Xavi, o como mínimo en la reconstrucción de su prestigio europeo. La perspectiva actual no nos invita al optimismo, pero los octavos de Champions suelen ser especialmente engañosos. Los dos meses que transcurren entre el día del sorteo y el día del partido permiten cambiar dinámicas. En el caso del Barça, hay margen. 

Y puesto que Laporta asegura mantener la confianza en Xavi, será el técnico quien debe encontrar cómo mejorar el engranaje de su equipo. Ya sabemos que la calidad individual de los delanteros del Barça no aumentará. El Barça no tiene ahora mismo cracks –lo es Lewandowski, pero no sabemos si volverá- que puedan marcar diferencias.

Solo queda, por lo tanto, progresar como colectivo: ser más sólidos defensivamente y rentabilizar al máximo el ajustado talento goleador. Veremos hasta donde se llega, pero ese es el reto de Xavi. Le queda media temporada para dar el paso adelante en juego que se propuso a principio de temporada. Nápoles puede suponer una nueva oportunidad. 

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