Política y fútbol

Javier Milei, el presidente que fue portero y tiene a los clubes en contra

El nuevo presidente, que fue hincha de Boca, manifestó su deseo de que los clubes argentinos puedan ser sociedades anónimas

Argentina en caída libre: el ultraderechista Javier Milei se convierte en el nuevo presidente con 11 puntos de diferencia sobre Sergio Massa

El nuevo nuevo presidente de Argentina, Javier Milei.

El nuevo nuevo presidente de Argentina, Javier Milei. / Reuters

Jordi Grífol

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

'El Loco'. Así llamaban a un joven portero de pelo revuelto que jugaba en las categorías inferiores de Chacarita Juniors, en Buenos Aires. Tenía 12 años. "No le importaba nada, se tiraba para todos lados, era de esos tipos fuertes, grandote, medio loco", afirmaba un excompañero suyo en Infobae. Ese portero, ahora con 53 años, despojado de los guantes pero con la misma melena, era Javier Milei, economista ultraliberal que se ha convertido en el nuevo presidente de Argentina.

Milei fue portero, socio de Boca Juniors y 'bilardista' declarado, tal y como explica el diario Olé en un perfil futbolístico del actual presidente argentino. Hace poco, se puso a todos los equipos argentinos y la federación en contra. Una de sus ideas es que los clubes argentinos puedan convertirse en sociedades anónimas.

El líder de La Libertad Avanza jugó en las inferiores de Chacarita Juniors y se enfrentó a jugadores como Simeone o Juanjo Borrelli. Según explican, cuando se ponía bajo los tres palos, Milei se transformaba. "Cuando atajaba, se convertía. Era ponerse la camiseta y hacer locuras adentro del arco, se tiraba de cabeza, cosas que decías: este tipo está completamente loco", explica Perico Pérez, con quien compartió equipo.

Entre "tranquilo" y "altanero"

Para unos "tranquilo", para otros "altanero". Los compañeros con los que coincidió no se ponen de acuerdo al recordar cómo era Milei en el día a día. "Él era 'tranqui'. La personalidad que muestra ahora, nada que ver cuando era chico. Se ve que fue cambiando. Cuando lo vi en la tele... Ese carácter no lo tenía cuando era chico, era un pibe tranquilo. No era conflictivo, no se peleaba con nadie, siempre macanudo. Me sorprendió verlo así", explica Omar Corsaro a Olé.

Bonomi lo recuerda distinto, más cercano a la imagen del actual presidente argentino. "Sigue siendo el mismo. Era muy altanero, fuerte, no cambió en eso. Cuando lo veo me causa gracia porque digo: no cambió más este pibe. Es el mismo temperamento", detalla.

Perico Pérez lo recuerda "introvertido y callado". "Cuando lo vi en la tele al principio pensé que era como un personaje por el tema de la política, pero después dije, no creo, porque si bien era un loco en el arco, por ahí lo trasladaba eso a su vida personal y ahora debe ser así, impetuoso. Así que yo le creo, es así”.

Del amor al desamor con Boca

Pese a que no se desenvolvía mal bajo los tres palos, Milei, criado en el barrio de Palermo, tuvo que escoger entre la economía o el fútbol. Y eligió lo primero. Aunque mantuvo la pasión por la pelota y la bufanda azul y oro. Socio de Boca Juniors, se convirtió en un fanático de Martín Palermo, hasta el punto que cuando este se retiró en 2011 decidió dejar de acudir a la Bombonera. Prácticamente de un día para otro, dejó de ser aficionado xeneize.

"Cuando Angelici - expresidente de Boca - echó a Falcioni para traer a Riquelme ya en la última época me pareció que eso era un acto populista”, comentó hace dos años en una entrevista en IP Noticias. "Bastante con que vivo en un país populista como para además ser hincha de un equipo que toma decisiones populistas. Dejé de ser de Boca”, añadió.

Los regresos de Juan Román Riquelme y Fernando Gago le llevaron al desamor con el club. "Me hice anti Boca cuando jugaba Gago", comentó. De hecho, acabó revelando que llegó a gritar el segundo gol de River Plate en la final de Copa Libertadores del 2018 en el Santiago Bernabéu. "Cuando entró Gago dije: A partir de ahora empiezo a hinchar por River. De hecho, el segundo gol, que es absoluta responsabilidad de Gago, lo grité”, aseguró.

El fútbol argentino, en su contra

De Boca a River, pasando por clubes más pequeños. Hasta cien equipos se pronunciaron en contra de una propuesta de Javier Milei que levantó ampollas. El ultraderechista se manifestó a favor de transformar los clubes argentinos en sociedades anónimas, abriendo la puerta a que capital extranjero pudiera comprar y tener en propiedad clubes argentinos. En Argentina, la ley prohíbe este modelo en las instituciones deportivas, que funcionan como sociedades civiles sin fines de lucro y sus dirigentes son elegidos por los socios.

Con el líder de La Libertad avanza aupado hasta la presidencia, Argentina inicia una etapa de incertidumbre. El fútbol argentino podría transformarse si Milei decide cambiar la ley y permitir que los clubes se conviertan en sociedades anónimas. 'Bilardista' declarado, Milei quiso esperar a los resultados de las elecciones antes de sacar conclusión alguna. "En lo único que creo es en el resultado", expresa como máxima.