"ME GUSTARÍA VER MÁS ENFADO"

La denuncia de Gündogan al vestuario que agita al barcelonismo tras la derrota en el clásico

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PERFIL: ¿Cómo es Ilkay? ¿Cómo juega Gündogan? ¿Por qué deja el City y viene al Barça?

Gündogan, triste tras encajar el 1-2 del Madrid en Montjuïc en el tiempo añadido a cargo de Bellingham.

Gündogan, triste tras encajar el 1-2 del Madrid en Montjuïc en el tiempo añadido a cargo de Bellingham. / Jordi Cotrina

Marcos López

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"Quiero ser honesto, pero sin pasarme porque no quiero decir algo que no debería". Dijo mucho y se calló todavía mucho más Ilkay Gündogan tras la derrota en el clásico. Un clásico que empezó siendo del Barça gracias a un gol suyo y terminó en las manos del Madrid. O mejor dicho en los pies de Bellingham. Se quedó el exjugador del City en el césped de Montjuic arrodillado durante casi un minuto. Era nada más acabar el partido y no entendía esa derrota que se fraguó en una horrible media hora final azulgrana.

Horas después de mostrar su decepción ante las cámaras, el excapitán del City insistió en la "frustrante" derrota y exige al equipo que de "un gran paso ahora y aprender de ello"

Más enfadado quedó incluso al entrar en el vestuario y ver algo que no le gustaba. Detectó conformismo en el rostro de sus compañeros tras el 1-2 que le permite al Madrid irse a cuatro puntos junto al Girona exponiéndose incluso a que el Atlético le supere este mismo domingo si gana al Alavés en el Metropolitano. Si triunfa el equipo de Simeone sumaría 25 puntos, uno más que los azulgranas y con un partido menos, el aplazado contra el Sevilla. O sea, el Barça descendería al cuarto lugar de la clasificación.

Acostumbrado a la exigencia brutal del City de Guardiola hay cosas que no le gustan en el Barça de Xavi. No citó a ningún compañero. Tampoco al técnico. No era necesario. Con honestidad y sin pasarse, pero a Gundogan se le entendió todo.

"Vengo del vestuario y obviamente la gente está decepcionada después de un partido tan grande, tan importante y de un resultado tan impensable como innecesario", dijo el futbolista alemán en declaraciones a una cadena de televisión que tenia los derechos internacionales del clásico.

Pero lo que vio en el vestuario no le gustó nada. "Me gustaría ver más enfado, más decepción", aseguró Gündogan dolido por lo que proyectaba ese grupo tras una derrota que hace más daño del que parece. Y ya es mucho. No solo eso hizo Gündogan sino que horas después reafirmó idéntico mensaje en su cuenta social de X (antes Twitter). "¡Qué resultado tan innecesario ayer, tan frustrante. Necesitamos dar un gran paso ahora y aprender de ello", ha escrito el excapitán del City.

"Esto es parte del problema. Tienen que aflorar las emociones cuando pierdes. Y cuando sabes que puedes jugar mejor y hacerlo mejor en ciertas situaciones. Si no reaccionas, luego esto se traslada al campo"

Gündogan

— Jugador del Barça

"No vine aquí para perder este tipo de partido", ha denunciado el excapitán del City. No acusó a nadie. Pero sí incluyo a todos. A él, el primero. "Esto es parte del problema. Tienen que aflorar las emociones cuando pierdes", ha exigido el exjugador del City. "Y cuando sabes que puedes jugar mejor y hacerlo mejor en ciertas situaciones. Si no reacciona, luego esto se traslada al campo".

Gündogan, en Montjuïc tras el 1-2 marcado por Bellingham en el clásico del Barça ante el Madrid.

Gündogan, en Montjuïc tras el 1-2 marcado por Bellingham en el clásico del Barça ante el Madrid. / Jordi Cotrina

No vine aquí para perder este tipo de partidos o permitir que se abran estas brechas. Yo también tengo responsabilidad como jugador veterano en no permitir que el equipo le pasen estas cosas", ha revelado Gündogan elevando de tal manera el mensaje autocrítico en el vestuario del Barça que falta saber ahora cómo reaccionan sus compañeros. Y pendientes todos de la respuesta de Xavi.

Mensaje inusual en el vestuario

No está el camerino azulgrana acostumbrado a mensajes tan directos como reales. Vive más cómodo el vestuario parapetado tras la intimidad. Pero Gündogan no dejó el City, campeón de todo incluida la Champions que tanto le faltaba al club inglés como a Guardiola, para perder un clásico en el tiempo añadido y no ver signo alguno de rebelión.

Gündogan controla el balón antes de marcar el 1-0 para el Barça al Madrid en el clásico de Montjuïc.

Gündogan controla el balón antes de marcar el 1-0 para el Barça al Madrid en el clásico de Montjuïc. / Jordi Cotrina

No había tenido Xavi en sus dos años de técnico hasta ahora un mensaje así de contundente. Ni la plantilla, claro. No es solo quien lo dice (Gündogan es una referencia de exigencia diaria tras convivir siete años con Guardiola en Inglaterra) ni cuándo lo dice (minutos después de encajar la primera derrota de la temporada con el Madrid en el clásico) ni tampoco lo qué dice ("me gustaría ver más enfado y decepción en el vestuario", afirmó) sino que procede de alguien que apenas lleva tres meses dentro del mismo.

Gavi: "Hemos estado empanados en el primer gol"

Ya fue crítico Gavi con la actitud del equipo en el 1-1 de Bellingham, prólogo de la caída azulgrana. "Hemos estado empanados en ese gol. No podemos estar así", se quejó el joven andaluz al comprobar la desidia defensiva de sus compañeros que permitió el zapatazo imponente del centrocampista inglés. Gavi lo anuló de forma excepcional durante una hora. Pero se le escurrió en el tramo decisivo.

Gavi escucha a Gil Manzano durante el partido de liga contra el Real Madrid

Gavi escucha a Gil Manzano durante el partido de liga contra el Real Madrid / JORDI COTRINA

Araujo quiso buscar una explicación táctica a los argumentos emocionales que ha denunciado Gündogan. "Hicimos un gran primer tiempo, pero en el segundo no tuvimos la pelota y entramos en la dinámica de ellos. Debimos tener más control, ellos crecieron porque son buenos en las transiciones. Estoy caliente porque el partido se nos fue de las manos", ha dicho el central uruguayo. "Sabíamos que está Bellingham en un momento dulce, le cae la pelota por todos lados. Pero el partido se descontroló cuando empezamos a estar un poco largos", ha añadido el defensa.

Ahora es Gündogan quien alza la voz para alertar a un Barça que no avanza tan deprisa como Xavi sostiene.