XAVI ABRE LA PUERTA A LOS NIÑOS

Marc Guiu, Lamine Yamal, Fermín... La Masia, al rescate de un Barça tieso

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Hector Fort, Ander Astrálaga y Fermín López felicitan a Marc Guiu al acabar el Barça-Athletic, donde anotó el gol del triunfo.

Hector Fort, Ander Astrálaga y Fermín López felicitan a Marc Guiu al acabar el Barça-Athletic, donde anotó el gol del triunfo. / Jordi Cotrina

Marcos López

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Primero Balde. Luego, Lamine Yamal. Más tarde, Fermín López. Y ahora, Marc Guiu. Antes fue Gavi. Pero antes de Gavi apareció Ansu Fati, exiliado en Inglaterra desde hace un par de meses. En tiempos de miseria económica, derrochado y malgastado el dinero que ya no posee el Barça desde hace años, no hay tesoro más grande que La Masia, un laboratorio de talento que ha evolucionado con el paso del tiempo, capaz como es de construir jugadores de todo tipo.

Jóvenes primero, ahora niños, que no tienen ni la mayoría de edad, para salir al rescate de un club estrangulado por la deuda con un equipo que se atasca. Entonces, ellos, irreverentes y descarados (un día es Lamine, otro Marc Guiu), deciden partidos que no les tocaría avalados por la valentía de técnicos, (Koeman primero; Xavi ahora) que no miran el carnet de identidad.

"Estos chicos me miran a la cara y me dicen: 'Ponme míster, ya estamos preparados'. Tienen valentía, tienen pèrsonalidad"

Xavi

— Técnico del Barça

"Estos chicos me miran a la cara y me dicen: 'Ponme míster, ya estamos preparados. Tienen valentía, tienen personalidad", reveló el técnico azulgrana para explicar la insultante personalidad que irradian esos jóvenes, que no se dejan intimidar por nada.

Ni por el rival, ni por el partido, sea cual sea su escenario, ni, por supuesto, por esos supuestos miedos juveniles que no tienen. "Hay una generación muy buena del 2006, del 2007, incluso del 2005. Los veo, y los vemos, preparados", apunta Xavi.

Fort, Pau Prim, Marc Bernal, Cubarsí, Pradas...

No da nombres. Tampoco es necesario. Algunos ya son mediáticos (Lamine Yamal y ahora Marc Guiu), otros apuntan a serlo: Héctor Fort, el lateral derecho que fue suplente en el Barça-Athletic, Pau Prim, el medio centro de 17 años que estuvo en su día en el campus veraniego de Xavi, Marc Bernal, el centrocampista de 16 años que firmó este domingo dos golazos al Sestao con el Barça Atlètic, Pau Cubarsí, un central de 16 años del que Xavi anda enamorado, Arnau Pradas, un extremo zurdo, también de 17 años, más que interesante.

Marc Guiu celebra su gol, que dio el triunfo al Barça sobre el Athletic en Montjuïc.

Marc Guiu celebra su gol, que dio el triunfo al Barça sobre el Athletic en Montjuïc. / Jordi Cotrina

Y ellos dan aire y, sobre todo, esperanza a un Barça que vive al límite, más cerca que nunca del Madrid, ganando por los pelos en sus últimos partidos sin contar el inoportuno empate (2-2) en Granada: 1-0 al Sevilla, 0-1 al Oporto y 1-0 al Athletic. Ellos han llegado con tal fuerza que han roto todos los calendarios, sorprendiendo por su asombrosa adaptación a la elite. "No tienen miedo, no se asustan. Están preparados, se les ve en la cara", sostiene Xavi.

Sobrevive al caos

Hubo un tiempo en que solo salían de esa cadena de producción medios centros (Milla, Guardiola, Celades, De la Peña, prólogos del gran Sergio Busquets, joven de Badia que cambió para siempre esa posición) como antes también había sido el origen de laterales potentes: Ferrer y Sergi Barjuan.

También nacían pilares en el eje de la defensa (Puyol y Piqué como símbolos de la pareja perfecta mezclando corazón y elegancia) y hasta porteros para derribar las barreras encarnados en la salvaje figura de Valdés. Y, al final, todo resumido en la delicadeza del fútbol que proponían interiores (Xavi e Iniesta eran dos, pero parecían una misma persona) como preámbulo a la perfección alcanzada con Messi.

Balde pelea con Iñaki Williams.

Balde pelea con Iñaki Williams. / Jordi Cotrina

La Masia sobrevive al caos que rodea al club. Resiste al paso de presidentes –tres en la última década, Rosell, Bartomeu y Laporta-, que no tienen nada en común en su política deportiva. Diríase incluso que tienen miradas distintas, aunque convergen, al final, en esos niños que, además, no respetan los viejos caminos. Ni tampoco los tradicionales perfiles de futbolistas que salían de la cantera.

Y sin pisar el filial

No había precedentes de un lateral veloz, profundo, venenoso y tan vertical como Balde. Ni tampoco de un interior dinámico y agresivo como es Fermín López, a quien ni se le ha visto en el estadi Johan Cruyff completando su formación en el Barça Atlètic. Se tuvo que ir al Linares (Primera RFEF) para ganarse el jornal.

¡Qué decir de Lamine Yamal! El niño que bate récords sin enfundarse la zamarra del filial azulgrana. Niños que saltan el penúltimo escalón antes de llegar al Camp Nou. En este caso, a Montjuïc. No es casual, por ejemplo, que Marc Guiu haya jugado más con el primer equipo (11 minutos, 2 toques y un gol al Athletic) que con el Barça Atlétic (ocho minutos contra el Nàstic).

Marc Guiu, al final del encuentro.

Marc Guiu, al final del encuentro. / Jordi Cotrina

"La Masia funciona totalmente, se está haciendo un gran trabajo", proclamó el delantero, que ha viajado del juvenil a las manos de Xavi, a quien no le tembló el pulso para abrirle la puerta de la Primera División. "Cuando estamos en momentos así, hay que doblar la apuesta", dijo el técnico refiriéndose a la tremenda crisis económica que ahoga el club, capaz solo de invertir 3,4 millones de euros este pasado verano para fichar a Oriol Romeu.

"La Masia funciona totalmente. Hay que apostar por los jóvenes en este momento tan difícil. Hay que aprovechar la dificultad que vive el club"

Marc Guiu

— Delantero del Barça

"Hay que apostar por los jóvenes en este momento tan difícil. Hay que aprovechar la dificultad que vive el club", argumentó Marc Guiu, autor de un debut de cuento. O, tal vez, de serie de Netflix. Quien sabe si de película de Disney. Apenas llevaba 33 segundos en el césped cuando tiró la pelota hacia "un ladito", como él mismo reconoció, para sortear la salida de Unai Simon, portero del Athletic y de la selección española.

Jugadores que rompen con la tradición

"Casi ni pensé, todo salió por intuición", añadió después cuando observaba en el monitor de televisión la repetición de su jugada, ruborizado y tímido como estaba teniendo a su lado a David Villa, uno de sus ídolos. Al acabar la entrevista, le pidió hacerse una foto juntos. Y sorprendido al comprobar como Lewandowski ("es uno de mis ídolos") aplaudía feliz en la grada tras el 1-0 que acerca al Barça al Madrid justo en la semana del clásico.

Lekue empuja a Lamine Yamal para eviktar que progrese.

Lekue empuja a Lamine Yamal para eviktar que progrese. / Jordi Cotrina

Salen laterales que no se habían visto, interiores pequeños pero fuertes (Gavi antecedió a Fermín), extremos que se deslizan mágicamente por la hierba (Lamine Yamal) y ‘nueves’ altos y poderosos (Marc Guiu mide 1.87 m) que rompen el molde del tradicional delantero centro ‘made in La Masia’, representado en la angelical silueta de Bojan.

Mientras el Barça se consolida, y en ese aspecto el Madrid de Bellingham y Vinicius, que se dejó el sábado dos puntos en Sevilla, ejercerá como test de calidad el sábado, los niños no representan el futuro. Son más bien, el presente, rabioso presente al que se encomienda Xavi ("los veo que tienen hambre, que no se asustan como podía pasar en nuestra generación", dijo) para reconstruir al equipo que vive rodeado de la miseria económica.

Los lesionados Pedri, Raphinha, Sergi Roberto, De Jong y Lewandowski siguen el partido entre Barça y Athletic desde la grada de Montjuïc.

Los lesionados Pedri, Raphinha, Sergi Roberto, De Jong y Lewandowski siguen el partido entre Barça y Athletic desde la grada de Montjuïc. / Jordi Cotrina

Si no hay dinero, hay talento. Si no hay dinero y las estrellas se lesionan (Pedri, De Jong, Raphinha y Lewandowski) toca mirar a La Masia,. No hay otra salida. "Todo el club, no solo nosotros, deben celebrar lo que ha pasado con Marc Guiu, se está trabajando bien en el momento en que estamos. Hay que doblar la apuesta y apostar más que nunca por la gente de casa", ha dicho Xavi.

En esa masia han coincidido chicos nacidos en Catalunya (Balde es de Barcelona, Lamine Yamal, de Esplugues de Llobregat, pero criado en Rocafonda, un barrio de Mataró, y Marc Guiu, de Sant Celoni, empezó a jugar en la peña barcelonista de esa ciudad del Vallés Oriental que no llega ni a 20.000 habitantes) fusionados con talentos de Andalucía proyectados en los diminutos pero explosivos cuerpos del sevillano Gavi (Los Palacios, el pueblo del cual proceden también Jesús Navas y Fabián Ruiz) y del onubense Fermín López, nacido en El Campillo).

Academia y calle mezclados en el tierno Barça de Xavi.

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