No hay derecho por Mónica Marchante

Jenni Hermoso ha vuelto a hablar en público esta semana, después de mes y medio de silencio tras el "escándalo Rubiales". Lo ha hecho en Pachuca, México, en el Salón de la Fama, donde fue reconocida junto a otras celebridades del fútbol. En su discurso, Jenni dejó una frase que está en plena vigencia, visto lo sucedido justo después. "Fuimos campeonas porque era la única forma que nos quedaba para ser escuchadas, respetadas y valoradas". Ni así lo ha conseguido.

Este lunes Mediaset, a través de Tele 5 emitió en prime time la declaración íntegra que Hermoso realizó ante la fiscal el 5 de septiembre. Una declaración que no es pública y a la que solo tienen acceso los implicados en el proceso. ¿Dónde quedó el derecho a la intimidad?

Adivina adivinanza, ¿a quién le puede interesar que se vea en una televisión la declaración de Jenni? Basta con dar un repaso a los titulares digitales para tener una pista. Así anuncia la web de T5 la emisión : Exclusiva Código 10. La declaración íntegra de Jennifer Hermoso. ¿Se sintió violada? "Me sentí no respetada".

Las filtraciones

Siguiendo el hilo de bajar el soufflé, se publica esta semana una presunta transcripción de whatsapps entre Hermoso y Rivera, director de marketing de la RFEF y encargado de coordinar el viaje a Ibiza que la RFEF brindó a las jugadoras tras ganar el Mundial.

Al margen de que el nombre de Jenni aparezca escrito de dos formas diferentes en la conversación (¿?) después de saber que se lanzó a los medios una declaración que ella nunca hizo, o que se trucó una foto del momento del "pico" en la web de la RFEF para simular que era ella quien levantaba a Rubiales y no al revés… ¿qué pretenden probar con esta conversación? ¿Alguien puede asegurar que no han editado y eliminado lo que no interesa sacar a la luz?

La conversación publicada es perfectamente compatible con un episodio de coacción que no aparezca en lo que se enseña. No hay mayor falta de justicia que desproteger a la presunta víctima durante el proceso judicial, ni mayor manipulación que intentar desprestigiarla a los ojos de la opinión pública. Tolerar que se filtre una declaración privada y que se emita es una vergüenza que jamás se debería permitir. Y la justicia, para ser justa, debe garantizar la seguridad e intimidad de la víctima.

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