Newcastle – PSG (4-1)

El PSG de Luis Enrique se pega un batacazo en Inglaterra

El conjunto inglés se impuso con claridad gracias a su intensidad y presión al equipo francés, todavía en construcción. Mbappé y Dembélé estuvieron lejos de su mejor nivel.

Gonzalo Ramos, en el partido del PSG en Inglaterra.

Gonzalo Ramos, en el partido del PSG en Inglaterra. / UEFA

Enric Bonet

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Quinto en la Ligue 1 y con una primera derrota en solo dos jornadas en la Champions. El París Saint-Germain de Luis Enrique aún necesita tiempo para carburar. El conjunto francés ha naufragado este miércoles por la noche en la prueba del algodón que supuso su visita al campo del Newcastle, de donde salió goleado 4-1. La intensidad y el juego en equipo de los ingleses se impuso a la pegada y el talento de los franceses, cuyas estrellas Mbappé y Dembélé estuvieron lejos de su nivel. Fue una derrota incontestable y que ajusta los pronósticos en el dificilísimo grupo F.

El equipo del técnico asturiano saltó al césped de St James’ Park con un ofensivo 4-2-4, el mismo esquema que le sirvió hace diez días para golear 4-0 al Olympique de Marsella, su eterno rival. Pero no es lo mismo la Ligue 1 que la Liga de Campeones. La intensa presión del Newcastle puso en aprietos a los parisinos desde el inicio. Fue, de hecho, una pérdida de balón de Marquinhos la que originó el primer gol de los “urracas”. El portero Donnarumma logró parar el primer remate de Isak, pero no pudo hacer nada ante el rechace que aprovechó Almirón. El internacional paraguayo abrió el marcador en el 16’ y ponía en aprietos al PSG en este duelo entre dos nuevos ricos del fútbol europeo.

Tras el 1-0, el conjunto propiedad de Qatar recuperó el control del balón, pero se trataba de una posesión estéril. Mbappé y Dembélé no desbordaban por las bandas y el equipo británico se encontraba cómodo saliendo a la contra. El segundo de los ingleses parecía más cercano que el empate de los franceses. Así sucedió: en un múltiple remate por parte del Newcastle, el lateral Burn remató a bocajarro de cabeza. Donarumma lo detuvo, pero una vez el balón ya había cruzado la línea. Y el VAR validó el 2-0 en el 42’. Los de Luis Enrique llegaban al descanso contra las cuerdas. 

Mbappé, invisible

Con los petrodólares de Arabia Saudita, el Newcastle no ha fichado a grandes estrellas, pero sí que ha conformado un equipo con futbolistas interesantes, liderado por el brasileño Guimaraes y el italiano Tonali en el centro del campo. Aunque hacía 20 años que los “urracas” no disputaban la máxima competición europea, representan, sin duda, un conjunto a tener en cuenta en el grupo de la muerte en que se encuentra el PSG, junto con el Milan y el Borussia Dortmund.

Lo demostraron con el oficio con el que afrontaron la segunda parte. A pesar de enfrentarse a una de las mejores plantillas de Europa, el Newcastle igualó la balanza gracias a la intensidad y el coraje. Apenas cinco minutos después del paso por los vestuarios, el interior Longstaff penetró en el área y dejó el partido casi sentenciado marcando el 3-0 con un disparo cruzado. La defensa de los parisinos hacía aguas. Y el partido de Mbappé y Dembélé no estaba a la altura de su estatus —especialmente el goleador de Bondy, literalmente invisible—, así como el de Kolo Muani y Gonçalo Ramos, totalmente desaparecidos.

Todavía en construcción

Al PSG, sin embargo, con toda su pegada, le hace falta muy poco para marcar. Tras una buena jugada colectiva, Lucas Hernandez marcó de cabeza tras un preciso pase picado del jovencísimo Zaire-Emery. El 3-1 despertó al conjunto francés de la pesadilla de St James’ Park. Pero llegó demasiado tarde y al final representó solo el gol del honor. Dembélé, tan voluntarioso como errático, tuvo en dos ocasiones la posibilidad de estrechar el marcador, pero falló. Una eficacia que sí que tuvo el Newcastle para hacer el cuarto con un disparo espectacular desde fuera del área del defensa suizo Schär, después de la enésima recuperación gracias a la presión.

El irregular inicio de temporada del exdelantero del Barça simboliza las dudas del equipo de Luis Enrique. Todavía en construcción, el nuevo proyecto parisino deberá sudar y apretar los dientes para quedar entre los dos primeros en el grupo de la muerte. De momento, son segundos gracias al empate (0-0) entre el Dortmund y el Milan.