NOCHE REDONDA PARA EL BARÇA

La contracrónica del Barça-Betis: Y Laporta sonrió con los Joãos

Joao Cancelo celebra su gol, que fue el 5-0 del Barça al Betis.

Joao Cancelo celebra su gol, que fue el 5-0 del Barça al Betis. / Jordi Cotrina

Marcos López

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A Xavi se le veía anoche feliz, exultante, obligado a saludar incluso a los centenares de aficionados de la Grada de Animación que corearon su nombre. De inicio a fin, todo le salió de maravilla al entrenador, que aprovechó la profundidad de su plantilla para gozar de una victoria que puede ser la palanca. Y Joan Laporta, el principal impulsor de la llegada de los Joãos vivió feliz el triunfo.

Sonrió aliviado porque descubrió que su apuesta -traer a João Cancelo del City cedido y a João Félix cedido del Atlético- fue la mejor operación posible en tiempos de escasez. Los dos trajeron la alegría y el dinamismo que necesitaba el equipo de Xavi.

Joao, lateral-interior; Joao, media punta

En su primer partido como titulares, modificaron la piel del Barça. Jugó Xavi con Cancelo como lateral, interior y, en ocasiones, como medio centro (suyo fue el primer disparo del equipo que se marchó fuera desde la frontal del área bética) para llenar la sala de máquinas y tener más opciones de pase. Cancelo, además, presionó con fiereza llevando la línea defensiva a 70 metros de Ter Stegen.

Joao Félix se anticipa a Bellerín durante el partido de liga entre el FC Barcelona (Barça) y el Betis.

Joao Félix se anticipa a Bellerín durante el partido de liga entre el FC Barcelona (Barça) y el Betis. / JORDI COTRINA

Así robó, por ejemplo, el balón que sirvió de prólogo al 1-0 que llevó la firma de João Félix, a quien solo se le vio pegado a la banda izquierda cuando el colegido dio el silbido inicial al encuentro. Luego, se convirtió en un segunda punta, viviendo a la espalda de Lewandowski, oteando el frente de ataque y proyectando su creatividad ofensiva para alegría de Laporta, el presidente que más creía en él. Y de Deco, el nuevo director de fútbol. Eran las personas más felices en la montaña olímpica de Montjuïc, con más gente que de costumbre. Hasta 45.055 aficionados, mucho de ellos béticos, se asomaron al recinto en una calurosa noche. Laporta y Deco estaban exultantes, pero no tanto como João Félix. 

Balde sortea la entrada de Bellerin durante el partido de liga entre el FC Barcelona (Barça) y el Betis

Balde sortea la entrada de Bellerin durante el partido de liga entre el FC Barcelona (Barça) y el Betis / JORDI COTRINA

Equipo de izquierdas

Se inclinó, y de forma descarada, el juego del Barça hacia el costado zurdo. Todo obedecía a la velocidad y profundidad que inyectaba en ese lugar Alejandro Balde, quien tuvo mucho más impacto en el partido que Ferran Torres, confinado a la banda derecha, pasando incluso por delante de Raphinha, transformado ya, y de forma oficial, en el tercer extremo diestro. El titular es Lamine Yamal. Y luego aparece el brasileño, que se reinvidicó con un gran gol, el 4-0, para dejar claro que no es segundo plato.

Ter Stegen frustra una ocasión del Betis en Montjuïc.

Ter Stegen frustra una ocasión del Betis en Montjuïc. / Jordi Cotrina

Ter Stegen no desconecta

Empezó bien el Barça, alegre, divertido, entretenido, aunque después recibió dos ocasiones por errores propios. Un fallo de Koundé y otro de Balde permitieron al Betis invadir el área azulgrana, pero erraron, aún con 0-0 en el marcador, lo que delimitó la flaqueza del Barça.

Luego, llegaron los dos tantos (João Félix y Lewandowski) para darle calma a Xavi certificando la mejora en el juego galopando a través de sus dos veloces laterales (João Cancelo y Balde). Pero, al final, todo se resume en Ter Stegen un portero que no desconecta ni siquiera cuando el marcador (2-0) invitaba a vivir pensando en el estreno europeo. Una nueva desconexión defensiva permitió al meta alemán demostrar su fiabilidad firmando una monumental parada ante el disparo a quemarropa de Willian José. 

Ferran Torres chuta a la red desde un lanzamient ode falta durante el partido de liga entre el FC Barcelona (Barça) y el Betis

Ferran Torres chuta a la red desde un lanzamient ode falta durante el partido de liga entre el FC Barcelona (Barça) y el Betis / JORDI COTRINA

Ferran Torres marca de falta

Tras más de dos años, llegó un gol de falta. El último llevaba la firma de Messi. Ocurrió en Mestalla ante el Valencia (mayo 2001). Ha tenido que esperar dos años y cuatro meses para que Ferran acabara con esa maldición. Estaba eclipsado el exjugador del City por la noche mágica de João Félix y la contundencia mostrada por Lewandowski. Y hasta Xavi había decidido sustituirle. Entonces, el árbitro pitó una falta en el borde del área, territorio inhóspito para los azulgranas. Hasta que Ferran Torres ejecutó un disparo preciso, con una hermosa parábola exterior que le permitió superar a la barrera bética. Y a William José.  

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