Ruptura en la Federación

Los barones de la RFEF exigen la cabeza de los tres 'generales' de Rubiales: Camps, González Cueto y García Caba

Los dirigentes autonómicos quieren que el presidente interino, Pedro Rocha, aproveche la suspensión decretada de FIFA para hacer una 'limpia' en la Federación

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La Federación Española de Fútbol le pide a Rubiales que dimita

Sergio R. Viñas / F. de la Calle

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Seis horas de reunión dieron para mucho. La Comisión de Presidentes Territoriales de la RFEF pidió a Luis Rubiales que presente su dimisión, aunque no pudo tomar decisiones drásticas este lunes, porque no tiene competencias para ello. No obstante, sí que puso sobre la mesa del presidente interino, Pedro Rocha, una hoja de ruta a seguir en los próximos días. Y esa pasa por sacar de Las Rozas a cuatro de los hombres más próximos a Luis Rubiales: Jorge Vilda, Andreu Camps, Tomás González Cueto y Miguel García Caba.

Jorge Vilda está prácticamente sentenciado tras sus aplausos al suspendido presidente en la asamblea del pasado viernes (aunque el sábado se desmarcara de Rubiales) y el rechazo unánime de las campeonas del mundo y de más futbolistas a volver a la selección española mientras el técnico madrileño esté al frente de ella. Luis de la Fuente, de momento, mantendrá su cargo.

Potestad de la junta directiva de la RFEF

La decisión sobre él, no obstante, queda pospuesta hasta "la próxima semana", según se acordó, y es la junta directiva de la RFEF el órgano responsable de adoptarla. Lo mismo sucede con el resto de cabezas que se reclamaron en la Comisión de Presidentes Territoriales, que es un "órgano de asesoramiento y coordinación", según se recoge en los Estatutos de la RFEF.

El primer señalado entre los trabajadores no deportivos de la RFEF es su secretario general, Andreu Camps. Ha sido durante los cinco últimos años la persona de máxima confianza de Rubiales y quien el pasado viernes envió una carta formal a la UEFA denunciando una presunta injerencia gubernamental en los asuntos de la Federación.

Durante la Comisión de Presidentes, de hecho, se le llamó a consultas a última hora para demandarle explicaciones por esa misiva, que Rocha se comprometió a retirar. Camps argumentó antes los barones que él hace "lo que dice" Rubiales, dado que en ese momento todavía no estaba suspendido por la FIFA, presentándose en ese sentido como un mero ejecutor.

Sus explicaciones no convencieron a la mayoría de presidentes, que le siguen considerando como el brazo armado de Rubiales en la RFEF y por eso han pedido a Rocha, que es como presidente quien ostenta esa competencia en primera persona, que le destituya. Su nombre no apareció en el comunicado, en el que se limitaron a remarcar "por unanimidad" que han acordado instar "a los órganos correspondientes a una profunda e inminente reestructuración orgánica en cargos estratégicos de la Federación para dar paso a una nueva etapa de gestión en el fútbol español".

La petición de ceses, sin embargo, no terminaron ahí. Los otros dos ejecutivos federativos a los que los barones quieren fuera de la RFEF son el director de Integridad, Miguel García Caba; y el asesor jurídico externo, Tomás González Cueto.

El primero de ellos es un auténtico superviviente, que ha trabajado también para LaLiga y para el Real Madrid, y que con Rubiales se ha movido de la defenestración al núcleo duro. Y que, por descontado, no ha dicho ni palabra sobre el beso no consentido a Jennifer Hermoso pese a ser el máximo responsable de Integridad de la RFEF.

Las grabaciones de García Caba

El propio Rubiales barajó su destitución hace algo más de un año, cuando ocupaba un cargo creado 'ad hoc' para él, el de vicesecretario general, como mano derecha de Camps. García Caba, sin embargo, en un movimiento de dudosa ética, decidió reunirse con Javier Tebas y Pedro González Otero para sonsacarles información fingiendo estar traicionando a Rubiales. Muy al contrario, grabó la conversación (él mismo lo confesó) y la difundió públicamente, él o un tercero al que se la facilitó.

Su premio fue ser nombrado, meses después, director de Integridad de la RFEF. Un departamento que elaboró un informe sobre el beso a Jennifer Hermoso en el que no se recogieron testimonios de la jugadora y cuya conclusión fue que "no existió conducta que invite a concluir que se forzó, violentó o agredió", según publicó El Español.

Con respecto a Tomás González Cueto, se trata de un trabajador externo de la RFEF, socio director de GC Legal. Él fue quien diseñó y ejecutó toda la estrategia de defensa de Rubiales tras la publicación en El Confidencial de sus audios y mensajes privados, por el que el suspendido presidente está imputado en un juzgado de Majadahonda.

Era uno de los asesores más próximos de Rubiales (siempre sentado a su izquierda en las asambleas) y se da por descontada también su salida en los próximos días. Al menos, así se lo han demandado los presidentes territoriales a Rocha, quien ahora debe demostrar si está dispuesto a romper amarras con su ex jefe y la persona que le designó a dedo para sustituirle provisionalmente en el cargo.