Mundial femenino 2023

Inglaterra será el rival de España en la final del Mundial tras hundir a Australia (1-3)

El conjunto de Sarina Wiegman, con tres goles de Toone, Hemp y Russo, se planta en la final de la Copa del Mundo, donde se enfrentará a España el domingo (12.00 h.)

Inglaterra celebra un gol contra Australia

Inglaterra celebra un gol contra Australia / EFE

Laia Bonals

Laia Bonals

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Inglaterra será el rival de España en la final del Mundial. Una actuación soberbia contra Australia en las semifinales certificó el pase de las Lionesses al partido decisivo de este domingo. Las Matildas, anfitrionas y protagonistas de la cita, no han podido combatir la tenacidad del conjunto de Sarina Wiegman, que ya tiene entre ceja y ceja reinar en el mundo como lo hacen en Europa.

Inglaterra hizo buenos los pronósticos. El conjunto de Wiegman llegaba a la cita como flamante campeona de Europa, después de llevarse la Eurocopa del verano pasado ante su gente. La superioridad demostrada por las inglesas en la cita continental las postulaba como una de las principales candidatas a luchar por el título. Sin embargo, el rendimiento de las Lionesses en el Mundial no ha sido el esperado. Resuelven pero no convencen. A pesar de ello, las inglesas serán las rivales de España en la gran final de este domingo.

La semifinal contra Australia fue el partido perfecto para entender el papel de Inglaterra en este Mundial. El conjunto europeo dominó el balón, construyó con solvencia e impuso su ley. El esférico era suyo y Australia tampoco tenía la intención de quitarse. Los contragolpes son su arma favorita y ya les venía bien que las inglesas quisieran controlar el balón. Pese a destellos de talento, en el partido tampoco pasó mucho. Algunas acciones incomodaron a ambas defensas, pero pocas ocasiones llegaron realmente a crear peligro. Ese era el guion, hasta que la genialidad pidió paso.

Sam Kerr lamentándose de un error que podría haber igualado el partido.

Sam Kerr lamentándose de un error que podría haber igualado el partido. / EFE

De golazos fue el partido. Primero para Inglaterra y de las botas de Ella Toone. Las de Sarina Wiegman se adelantaron en el marcador en el 36 con un golazo de la futbolista del Manchester United desde dentro del área. Tras escapar de las defensas, la delantera le pegó fuerte al balón con la derecha para limpiar las telarañas de la escuadra diestra de la portería de las Matildas. El estadio de Sidney, lleno hasta los topes de aficionados locales, enmudeció.

Australia se revuelve

Sin embargo, las anfitrionas no se iban a resignar a ser eliminadas, sin lucharlo con uñas y dientes. Y, en el segundo tiempo, Sam Kerr dio un golpe sobre la mesa. La delantera del Chelsea e icono nacional para Australia resarció a las locales para igualar el marcador. La diana fue una barbaridad. La líder de las Matildas, que venía en carrera, tomó la decisión en el balcón del área. En una mezcla entre astucia y osadía, Kerr reventó el balón ante miles de aficionados que se ponían las manos a la cabeza. Como si fuera a camara lenta, la bola se iba acercando a la portería mientras arrancaba un alarido en el estadio. La pelota superó sin piedad a Earps y entró hasta el fondo de la red. Tras un segundo de silencio absoluto, el estadio explotó ante la genialidad de su líder.

Con el empate en el marcador, las inglesas sufrieron. Las australianas salieron en tromba, comandadas por Sam Kerr, para aprovechar el momento. Sin embargo, de la precipitación fueron prisioneras. Ellie Carpenter tenía pegada a Lauren Hemp, ambas codo con codo luchaban para llevarse el balón en un contragolpe iniciado por las inglesas. Parecía que la defensa australiana gozaba de la superioridad para fastidiar la acción de la delantera del Manchester City, pero falló. Hempt se inmiscuyó para robarle el balón y rematar por encima de Arnold para sumar el segundo de Inglaterra y acercarlas a la final.

Las jugadoras de la selección inglesa celebrando un gol contra Australia.

Las jugadoras de la selección inglesa celebrando un gol contra Australia. / EFE

Australia intentó resistirse, revolverse para volver a remontar en el marcador, pero Russo fue la encargada de sentenciar el encuentro que derramo lágrimas en muchos de los aficionados y jugadoras de Australia. Con la derecha, en un tiro calmado y cruzado, superó por última vez a Arnold y desvanecer así el sueño australiano.

El domingo estarán en la final. Y otra vez con España como rival, con quien los antecedentes están a su favor. Las eliminaron en la pasada Eurocopa, que acabaron alzando hasta el cielo de Wembley. Pero recuerden, la venganza se sirve fría.