Como el Madrid: con suerte, sin fútbol y con Ederson haciendo de Courtois

Final de la Champions: Guardiola corona al Manchester City (1-0)

Sir Pep Guardiola vuelve a la eternidad

"Este título da sentido a todo", dice Guardiola

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

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Emilio Pérez de Rozas

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Venga, pídanle otro reto a Pep Guardiola. El entrenador que mea colonia es el español con más título europeos (6), de los 36 que suman los técnicos españoles. Ya es el ‘míster’ español con más victorias en finales de Champions (3). Ya es uno de los cinco entrenadores que ha ganado Champions con dos equipos distintos: Guardiola, Ancelotti, Heynckes, Hitzfeld y Happel.

Y el único técnico con dos tripletes (Liga, Copa y Champions): Barcelona-2009 y Manchester City-2023. Ya ha empatado a títulos (35: 14, con el Barça; 7, con el Bayern de Munich y, de momento, 14 con el MCity) con el rumano Mircea Lucescu aunque, eso sí, aún está a 13 del enorme, del tremendo, del prodigioso Sir Alex Ferguson.

¿Ahora qué le pedirán que gane la Copa de la Luna? Es evidente que seguirán diciendo que contó siempre con mucho dinero detrás y extraordinarios futbolistas, pero nadie reseñará lo que se gastaron otros equipos y entrenadores y jamás consiguieron sus objetivos. Dirán, claro, que fichó a Erling Haaland para ganar la Champions con el City y va el noruego y no marca ni en los dos partidos de semifinales, ni en la finalísima.

Erling Haaland y Pep Guardiola celebrando su triunfo en la Champions

Erling Haaland y Pep Guardiola celebrando su triunfo en la Champions / EFE/EPA/MARTIN DIVISEK

Es posible y harán bien en reseñarlo, porque también Pep Guardiola ha cambiado sus ideas o las ha adaptado al “ganar, ganar y volver a ganar” del maestro Luis Aragonés para coronarse, por fin, rey europeo sin Leo Messi y con el novato Manchester City. Ni siquiera Pep (a Xavi Hernández sí se le caen, sí) se desprende de sus anillos por reconocer que no fue el mejor City del año el que se coronó anoche en Estambul. Ni de la risa.

Fue un City suertudo, a imagen y semejanza del Real Madrid europeo, sin creerse superior a nadie, temiendo al Inter (“estos con el 0-0, ya van ganando) y con un Ederson que hizo de Courtois cuando, en el minuto 95, sí, sí, en el 95, voló para detener el empate de Goosens, de la misma manera que, antes, había soplado y mucho para que el cabezazo de Lukaku chocase contra su muslo izquierdo. Por no contar, o sí, que el larguero de Ederson también repelió un cabezazo de Dimarco. Todos los campeones necesitan suerte y lo que todo el mundo (o muchos) pronosticaron como un 2-0, 3-0, fue un mísero 1-0 y pidiendo la hora.

Pep Guardiola celebra junto a los jugadores del Manchester City su triunfo en la Champions

Pep Guardiola celebra junto a los jugadores del Manchester City su triunfo en la Champions / FRANCK FIFE / AFP

Y como le ha pasado ya muchas veces (en su primera final con el City), Guardiola volvió a perder a su mejor futbolista, De Bruyne, nada más comenzar el partido. Y como le ha ocurrido otras veces, su defensa siguió siendo ‘cantarina’. Pero tuvo suerte, mucha suerte. La suerte de los campeones, de los que persiguen algo hasta conseguirlo. Ya la tiene. Ahora a por la Champions extraterrestre.

Guardiola completó, con poco, muy poquito fútbol, la gran derrota del calcio, que había colocado a tres de sus equipos en las tres finales continentales. Y perdió las tres: el Sevilla noqueó a la Roma, en la Europa League; el West Ham venció a la Fiorentina, en la Conference y el MCity superó al Inter, en la Champions.

Toda Italia sabía que, de las tres finales, esta última era la más difícil. Después de jugarla, hubiesen preferido perderla por goleada. Duele más, sí, ser inferior, no salir como favorito y perder como perdió el Inter, con muy mala suerte.