Guardiola vuelve a Manchester sabiendo que lo pueden eliminar

La crónica del Madrid-Manchester City: El zapatazo de De Bruyne iguala el zambombazo de Vinicius

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

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Emilio Pérez de Rozas

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Qué cosas tiene la vida, qué paradojas ofrece el fútbol, cuánto cuento tienen algunos, qué pícaros parecen ser muchos, cómo nos engañan a todos. Vinicius Júnior, el niño rebelde, el mago del balón, el pillo y veloz delantero del Real Madrid, acabó el partido de la Champions, de Europa, del Viejo Continente, del más allá, abrazado a Walker, su marcador.

Será porque se trata de un equipo grande y no pudo decirle “sois un equipo pequeño”, como les susurró durante toda la final de Copa a los de Osasuna. Será porque enfrente tenía a futbolistas que ganan más dinero que él y acumulan más títulos. Será. Pero esta vez jugó a fútbol ¡menudo golazo metió, el tío! y solo empezó con sus chiquilladas cuando marcó el City, pero su comportamiento fue esta vez, Europa así lo exige y el rival no estaba para bromas, inmaculado.

Pensando en la vuelta

Contábamos en la previa que este es el mejor partido que se puede ver en estos momentos en Europa, el campeón de la Champions contra el equipo más en forma y que mejor juega del continente. Pues bien, los dos jugaron pensando en el partido de vuelta. Aunque, eso sí, no pareció que Pep Guardiola ni sus futbolistas aprendiesen mucho de la eliminatoria del año pasado pues, pudiendo (no queriendo, porque no quisieron) intentar resolver la eliminatoria en el partido de ida, prefirieron el tiki-taka (522 pases por 399 del Real Madrid y posesión a favor) que morder, que ir a por todas. Y los blancos se vieron vivos.

Guardiola en el partido de Partido entre Real Madrid v Manchester City

Guardiola en el partido de Partido entre Real Madrid v Manchester City / REUTERS/Juan Medina

Ya lo dijo Guardiola al llegar a Madrid: el año pasado, la final fue en el Bernabéu, este año será en nuestro estadio. Sí, por descontado, pero el partido de anoche, lo siento, aquel en el que muchos (demasiados) creían que el City venía a vengarse, a reivindicarse, a sentenciar, lo que demostró es que el Real Madrid puede eliminar, perfectamente, sin pestañear y sin despeinarse al City.

No nos engañemos, al Real Madrid le encanta cómo acabó el partido y cómo está la eliminatoria. El Real Madrid disfruta yendo a Manchester en inferioridad de fútbol (el Real Madrid, señores, no juega, gana), con el marcador empatado (¡ojo que el gol fuera no vale doble!), no saliendo favorito aunque siga siendo el campeón.

¿Dónde está Haaland?

El Real Madrid, encima, tiene las estadísticas a favor, incluso cuando las pierde: el conjunto blanco sólo superó dos semifinales de Copa de Europa sin ganar el partido de ida y en ambas ocasiones acabó eliminando al Manchester City, en el 2016 (0-0 en Inglaterra y 1-0 en Madrid) y en el 2022 (4-3 en Manchester y 3-1 en Madrid).

Insisto, si de algo le sirvió el partido de anoche a Guardiola es para saber y comprobar que su equipo tendrá que hacer muchíííííííííííííííísimo más (¡no digamos ese fabricador de goles que es Haaland, que anoche ni la tocó) si quiere dejar en la cuneta al mismísimo campeón de Europa, que, por cierto, está a 14 puntos del Barça, lo que, perdón, le da un mérito de narices a la Liga que va a ganar Xavi Hernández, que será la rehostia.

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