En un juzgado de Barcelona

El árbitro catalán Estrada Fernández se querella contra Enríquez Negreira y su hijo

La acusación presentado estima un presunto delito de corrupción o fraude deportivo y se considera que los hechos atentan contra "la transparencia del futbol profesional, el buen nombre de los árbitros y la integridad que ha de guiar el comportamiento del colectivo"

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El caso Negreira ha vivido hoy una nueva derivada con la presentación de una querella contra el exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) y su hijo por un colegiado en activo. El árbitro leridano Xavier Estrada Fernández ha presentado, según ha explicado TV-3 en su informativo del mediodía, una querella criminal contra José María Enríquez Negreira y Javier Enríquez Romero en el juzgado de instrucción de Barcelona por un presunto delito de corrupción deportiva o fraude deportivo, "subsumible en el tipo recogido en el artículo 286, bis 4, del Código Penal", según el texto de la querella. La acusación se ha presentado también contra la empresa Dasnil 95, a través de la que los dos implicados cobraron casi siete millones de euros del Barça entre el 2003 y el 2018 por diversas labores de asesoramiento.

Estrada Fernández, de 47 años, debutó en el máximo categoría en 2009 y alcanzó la internacionalidad cuatro años después. Se retiró hace dos años al cumplir la edad reglamentaria, pero sí no ha continuado en activo como árbitro principal, sí lo ha hecho como colegiado del VAR.

"Ánimo de lucro evidente"

En la querella presentada, se expone que por su condición de vicepresidente del CTA "tenía o podía tener" influencia sobre el colectivo arbitral. También "tenía un ánimo de lucro evidente", según detalla la querella. En cuanto al hijo de Enríquez Negreira, también se concreta en el texto que Javier Enríquez, en sus funciones de 'coach' deportivo de árbitros, también podría ejercer influencia sobre los colegiados. Estrada considera que los hechos atentan contra "la transparencia del futbol profesional, el buen nombre de los árbitros y la integridad que ha de guiar el comportamiento del colectivo"

Según ha añadido TV-3, se considera que ya existe jurisprudencia por el llamado caso Hoyzer, que se produjo en el fútbol alemán. El árbitro Robert Hoyzer fue condenado en 2005 a dos años y cinco meses de cárcel por amaños en partidos para beneficiar las apuestas de un café regentado por unos hermanos de nacionalidad croata en Berlín. Un segundo excolegiado, Dominik Mars, fue condenado a un año y medio de prisión con libertad condicional.