LA ENTREVISTA

Estrada Fernández: "El arbitraje es un máster de vida"

El colegiado de Lleida, elegido el mejor árbitro de España por sus propios compañeros, admite que el VAR ha mejorado su calidad de vida y la del fútbol

Xavier Estrada posa en un campo de fútbol de Barcelona.

Xavier Estrada posa en un campo de fútbol de Barcelona. / periodico

Joan Domènech

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un árbitro de Lleida es el mejor de España. Xavier Estrada Fernández (27 de enero de 1976) recibió el trofeo Vicente Acebedo por sus buenas actuaciones la pasada campaña. La justicia del premio admite poca discusión: fue el propio Comité Técnico de Árbitros el que lo distinguió como el número uno.

-¿Se siente diferente por ser el mejor árbitro de España? ¿Diferente? No. No puedo negar que me hizo ilusión, porque en parte premiaba el trabajo de mi equipo. Me satisfizo porque a veces cambiamos los grupos de trabajo y por mi bagaje: empiezo la undécima temporada y nadie puede negar que he ido de menos a más y que busco mi mejor versión cada temporada.

-Es un regalo de los diez años en Primera. Un regalo y una motivación que te espolea a continuar igual este año que he formado  un equipo nuevo. Te da un aliciente. A nivel social parece que si no te reconocen algo, es que no eres nada. Es una gran equivocación. Tu valía no es por los premios que tienes, sino por el aprendizaje que vas adquiriendo.

"A mi no hay cafre que me aparte del arbitraje"

Xavier Estrada

— Árbitro internacional de Primera

-Y tiene dos 'Silbatos de oro' de la federación de peñas de fútbol. Dos premios de dos colectivos independientes. Los valoro por tratarse de dos estamentos tan distintos. Pero el mundo del fútbol no tiene memoria. Al día siguiente todo el mundo olvida lo que eres. Como si el campeón de Liga pierde tres partidos. El arbitraje es lo mismo. Vivimos el día a día, la inmediatez. El pasado no cuenta nada.

-¿Fue su mejor temporada? Depende de los parámetros que analicemos. Si miramos los estadísticos, el índice de aciertos, no lo sé. A nivel emocional, sí. Llevaba dos asistentes que se retiraban y vivíamos los partidos disfrutando con lo que hacíamos, relativizando el error, que es un componente más de nuestro trabajo. Sentíamos una unión muy grande.

-Aclare el disfrutar. No parece que un árbitro disfrute, al contrario. Pues créame, llevo unos años que disfruto muchísimo. Me encuentro con una madurez brutal. Disfrutar quiere decir no estar preocupado por las situaciones que podamos encontrar, sino creer que las podrás resolver y gestionar. Ya lo hacíamos antes, pero ahora pienso que la situación la manejo yo y al jugador, hablando con él, lo resitúo de nuevo en el partido.

-Esto procede de la autoconfianza. Exacto. De la confianza en ti mismo, del trabajo en equipo, de focalizarse en las cosas importantes.

"Me encuentro en una madurez brutal. Llevo unos años que disfruto muchísimo. Disfrutar quiere decir no estar preocupado por las situaciones que podamos encontrar, creer que las podrás gestionar y resolver"

"Cuando vi que Guadalupe Porras ascendía no dudé ni un instante en elegirla. Si está en Primera es porque se lo ha ganado. Ha superado las mismas pruebas que yo. Pensé que ya era hora de normalizar las cosas. Las personas han de progresar por sus méritos profesionales, no por su sexo"

-Ha cambiado a sus asistentes. Ha incorporado a Guadalupe Porras. ¿Por qué? Cuando vi que ascendía no dudé ni un instante en elegirla. No había coincidido nunca con ella, salvo en algún evento. La considero una gran profesional. Si está en Primera es porque se lo ha ganado. Ha superado las mismas pruebas que yo. En un partido conmigo solucionó muy bien una jugada muy difícil. Pensé que era hora de normalizar las cosas. Las personas han de progresar por sus méritos profesionales, no por su sexo.

-¿Cómo se entrena un árbitro? Como un futbolista pero sin balón. En mi caso, tengo un preparador físico personal. Me entreno cada día excepto el posterior al partido.

-¿Y la faceta técnica y táctica? En mis entrenamientos he incluido la toma de decisiones.

-¿Cómo? A un chico que acababa ingeniería informática le propuse hace dos años que creara una aplicación para que en mis entrenamientos pudiera decidir como en un partido. Llevo el móvil en un brazalete y durante un ejercicio me aparece una imagen y juzgo qué es técnica y disciplinariamente.

-La toma de decisiones con el cansancio y la tensión. Exacto. Se trata de ver cómo respondes ante la fatiga.

-¿Y con su equipo se entrena? Mis colaboradores son uno madrileño y otro extremeño. Coincidimos mucho en Las Rozas, nos comunicamos vía skype y tenemos un grupo de whatsapp. Como líder del equipo miro cómo juegan los equipos a los que pitaremos, busco las jugadas que nos podemos encontrar y tenemos la charla antes del partido.

"Es un gran error hacerse un prejuicio. Es un error pensar que un jugador que no se ha tirado nunca no se va a tirar, o que el que se tira siempre, esa vez también se ha tirado"

"El VAR es el invento del siglo para los árbitros. Ha mejorado en mucho la tranquilidad. Es una herramienta que permite que el fútbol sea más justo"

-Utiliza la plataforma Wyscout.Sí. La conocí en el 2015, a través de Juan Carlos Oliva [entrenador de Lleida]. Desde que fui a un torneo sub-21. Recuerdo que estaba Ter Stegen con Alemania. Mi idea principal era saber cómo jugaban los equipos y qué debería tener en cuenta como árbitro.

-Conocer a todo el mundo antes de empezar. Exacto. Antes tenías que mirar el partido entero para hacer los cortes y perdías un tiempo que no era proporcional a la utilidad que obtenías. Ahora vas directamente a las acciones que te interesan y traspasas  la información a tu equipo.

-La información previa invita al prejuicio. Es un gran error hacerse un prejuicio. Es un error pensar que un jugador que no se ha tirado nunca no se va a tirar, o que el que se tira siempre, esa vez también se ha tirado.

-Pero sabe quién tiene más inclinación a caerse. Con el videoarbitraje ha cambiado. El jugador sabe que queda retratado y no le interesa. Sabe que si finge, el VAR lo rectificará. Las simulaciones han descendido mucho.

-Es el invento del siglo para los árbitros. Está claro.

-¿En cuanto ha mejorado la tranquilidad? En mucho. Es una herramienta que, ante situaciones difíciles, permite que el fútbol sea justo.

-Más justo. Sí, más justo. Una acción de gol o no gol, que por centímetros traspasa o no la línea, humanamente es muy difícil de ver. Con el vídeo tenemos la evidencia. ¿Qué supone? Que no haya la polvareda del debate. Antes te ibas fastidiado a casa por una acción que no habías podido ver. Ahora en el minuto 90 ha acabado todo.

"Una acción de gol o no gol, que por centímetros traspasa o no la línea, humanamente es muy difícil de ver. Con el vídeo tenemos la evidencia. ¿Qué supone? Que no haya la polvareda del debate. Antes te ibas fastidiado a casa por una acción que no habías podido ver. Ahora, en el minuto 90 ha acabado todo"

"El jugador se queda más tranquilo al saber que se está revisando una acción. Sin el videoarbitraje te presionaban para influir en tu decisión, y era absurdo porque la decisión estaba tomada, no la podías cambiar"

-Es una red de seguridad cuando usted pita algo. Está claro. Tenemos que pitar como si no hubiera VAR. Hay que decidir, como siempre. El VAR no decide por ti. Si hay acciones manifiestas, obvias, que no has visto, el VAR ya entrará, lo revisaremos y actuaremos en consecuencia.

-Les ha dado calidad de vida. Sí, nos ha dado calidad de vida a nosotros y calidad al fútbol.

-Los ambientes están menos caldeados. Las situaciones complejas son menos. Sí. Ahora con la revisión, tu decisión queda confirmada. Es más difícil rebatir dos decisiones en un mismo sentido.

-¿Nota que ha cambiado el clima de los partidos? Hay menos protestas. El jugador se queda más tranquilo al saber que se está revisando una acción. Sin el videoarbitraje te presionaban para influir en tu decisión, y era absurdo porque la decisión estaba tomada, no la podías cambiar. A nivel del espectador del estadio no ha cambiado tanto; tiene más información el espectador de la tele, que ve más imágenes.

"Si volviera a nacer, sería árbitro"

-¿Cómo se cuadra con el árbitro del VAR? Al recibir la designación me pongo en contacto con él. Tenemos el bagaje del año pasado y con alguno ya hemos coincidido. El árbitro del vídeo es uno más del equipo, solo que con un monitor delante. Establecemos los canales para la mejor comunicación.

-La polémica no acabará. Ahora se discute lo que revisa o no el VAR. La polémica durará siempre porque las decisiones las toman personas, no máquinas, en base a unas imágenes. Hay jugadas factuales, como un gol o un fuera de juego, y otras de interpretación. La regla número 12 dice que las faltas están bajo la interpretación del árbitro. Esto abre el debate a que la gente diga la suya. Estamos acostumbrados a ver los errores de los árbitros y no reconocemos si un jugador se ha equivocado en un marcaje o un entrenador no ha estado afortunado en una sustitución. Todos somos personas y todos nos equivocamos.

-¿Cuál es la jugada más difícil de ver? La más compleja es cuando hay que valorar si existe la interferencia de un jugador en fuera de juego en el portero cuando un compañero suyo ha chutado a portería. El asistente tiene una visión lateral, yo tal vez frontal y debes cruzar mucha información para construirte una imagen visual para decidir.

"Estamos acostumbrados a ver los errores de los árbitros y no reconocemos si un jugador se ha equivocado en un marcaje o un entrenador no ha estado afortunado en una sustitución. Todos somos personas y todos nos equivocamos"

"Conocer o no a los jugadores te hace gestionar el partido de una manera u otra. El que no te conoce quiere probarte para ver tu límite. Si te conoce, sabe en qué pecas y en qué no"

-¿Conocer a los jugadores le da la sensación de que tiene el control? Conocerlos o no te hace gestionar el partido de una manera u otra. El que no te conoce quiere probarte para ver tu límite. Si te conoce, sabe en qué pecas y en qué no.

-¿Y cuándo los conoce? Procuro ser muy proactivo.

-¿Hay sospechosos habituales? Es lo que decía antes: no puedes prejuzgar, pero pones el foco de atención ahí, si no tú, algún miembro del equipo. Intento anticiparme a que suceda algo, concienciando al jugador. Y el jugador lo agradece, creo.

-¿Se siente respetado? Sí, a nivel general, sí. El jugador es consciente de que nuestra tarea no es fácil. Entiendo que cuando juega, está en una frecuencia cardiaca alta, tensionado, que pasa por momentos de crispación y otros en los que fluye todo y que el jugador, siendo la misma persona, cambia su estado de ánimo.

-¿Es comprensivo con los insultos? ¿Hay insultos espontáneos y otros premeditados? Con los insultos soy muy claro: son inadmisibles. En un deporte con tantos millones de personas pendientes, mirando, si no somos capaces de generar una serie de valores, estamos perdidos. ¡Es que son inadmisibles! En ningún ámbito de la vida podría suceder: ni el insulto ni el contacto físico ni la intimidación ni el asalto a tu espacio privado. Las normas están para cumplirse y, sobre todo, se ha de exigir respeto.

-Schuster y su “no hace falta decir nada más” señalando a un catalán. ¿Oye insultos por su condición de catalán? Sinceramente, de forma unánime, no. Que alguno te lo dice, seguro. Entre miles de personas…

-La frase fue muy despectiva hacia Alfons Álvarez Izquierdo. Poco respetuosa, fuera de contexto, era echar una presión añadida a un compañero, señalarlo por ser de donde es, crearle un prejuicio… Es un tema de educación.

"Los insultos son inadmisibles. En ningún ámbito de la vida podría suceder: ni el insulto ni el contacto físico ni la intimidación ni el asalto a tu espacio privado"

"Sufrí una agresión al año y medio de empezar, en Regional. Fue el chip que me hizo avanzar. Quiero hacer esto y un tipo, por mucho que me agreda, no me hará renunciar a lo que me gusta"

-Dice que disfruta. ¿Por qué se hizo árbitro? Me hice árbitro tarde, a los 20 años. Jugaba a fútbol sala. Un compañero que era árbitro me lo propuso. Es de aquellas cosas que nunca me había planteado. No hay vocación en mi familia. Supongo que por ese punto de inconsciencia de la juventud, de aventura…

-Un árbitro se hace, no nace. Hay un punto de herencia y de contexto. Si el contexto lo promueve…

-Pero no tenía contexto ni herencia. No. El mundo del fútbol me invitó a probarlo. Lo probé como podía haber probado otra cosa. Estudiaba, jugaba a futbol sala…

-¿Se siente recompensado? Si volviera a nacer sería árbitro.

-¿Sí? Si. Ser jugador está muy bien por el glamur, el dinero… A mí el arbitraje me está dando un máster impagable.

-¿En qué? En todo. Es un máster de vida. Ahora que tengo hijos me gustaría transmitirles lo que me ha dado el arbitraje. El partido es importante, es nuestro trabajo, pero hay una serie de circunstancias que te hace mejorar como personas: salir de las dificultades, colaborar en equipo, automotivarte… Hay momentos muy duros, de agresiones físicas, insultos a ti y a los tuyos… Puntos de inflexión para dejarlo, pero que pueden hacerte mejorar como persona, virtudes que implementas para ti mismo.

"Puede afrontar un partido de dos maneras: creyendo que lo verás todo porque estás capacitado, o deseando que no pase nada por el miedo a no verlo. Si vas así, la has cagado"

"Yo me levanto y me acuesto pensando 24 horas en el arbitraje y en el trabajo estaba 8 horas porque era lo que tocaba, no era lo que me apasionaba"

-¿Cuál ha sido la peor vivencia? Hay dos momentos malos pero significativamente distintos. El primero es cuando llevo un año y medio arbitrando, en categoría regional, y sufro una agresión física. Veo lo dificultoso que es para un árbitro que empieza y va solo a dirigir un partido. Fue el chip que me hizo avanzar: a mí no hay cafre que me tumbe. Quiero hacer esto y un tipo, por mucho que me agreda, no me hará renunciar a esto que me gusta.

-¿El segundo? Cuando nació mi primer hijo. Pude asistir al nacimiento, pero dos días después me iba a un torneo europeo y estuve 15 o 16 días fuera. Fue muy duro. Otra vez, en otra ausencia, al volver no me hacía ni caso. Lo tuve muy claro: cuando subí a Primera, disfrutaría lo máximo que pudiera de mis hijos.

-¿Qué retos tiene como árbitro? Me quedan dos años, ahora disfruto mucho y ojalá pudiera continuar. Me siento en la plenitud. Igual entonces estoy harto y no puedo más. A nivel europeo se ha abolido el límite de edad, que aquí se mantiene a los 45 años en el campo y dos más en el VAR, que en Europa también se ha eliminado.

-No me ha dicho el reto. No lo digo porque he seguido formándome paralelamente al arbitraje. Me he sacado tres carreras, la última la de Psicología. Me gustaría continuar vinculado en el mundo del arbitraje.

-Pensaba en una Eurocopa o un Mundial. Por la edad a un Mundial no llego ni a una Eurocopa tampoco salvo como árbitro de VAR.

-¿Hay partidos fáciles y difíciles? Hay partidos que a priori parecen fáciles y no lo son y a la inversa. Un ejemplo es el derbi madrileño, y lo digo porque lo he pitado, que puede parecer complejo, y no ha tenido situaciones delicadas. No puedes ir con presupuestos nunca. El exceso de confianza es perjudicial.

"Hay partidos que a priori parecen fáciles y no lo son y a la inversa. Un ejemplo es el derbi madrileño, y lo digo porque lo he pitado, que puede parecer complejo, y no ha tenido situaciones delicadas. No puedes ir con presupuestos nunca. El exceso de confianza es perjudicial"

"El arbitraje me lo ha dado todo. Es vivir la vida profundamente, apasionadamente"

-Cuando arbitra, ¿tiene sentimientos como rabia, indignación, remordimientos…? Tengo una ventaja: como procedo del mundo de la psicología, sé que todo lo que te permita estar limpio emocionalmente te ayuda. A ti y a tus asistentes. Es decir, tras una acción, olvidarla rápidamente. De nada sirve pensar en lo que ha pasado y has decidido. Ha de centrarte en el presente y lo que pasa ahora, ya. Prestar atención al balón y a los jugadores es lo que más ayuda. Quizá estoy disfrutando tanto por esto.

-Por el autocontrol. Exacto. No estoy tan pendiente de lo que pasará. Siempre digo en las charlas que se puede afrontar un partido de dos maneras: creyendo que lo verás todo porque estás capacitado, o deseando que no pase nada por el miedo a no verlo. Si vas así, la has cagado. Has de tener una actitud positiva. Si luego no ves algo, tienes que relativizarlo. ¿Un gol o no gol por dos centímetros? Eso no es un error, esto forma parte de tu trabajo.

-Pero los jugadores, los entrenadores y los aficionados no relativizan nada. Pero sería fácil. A posteriori podría sacar cuatro imágenes de errores de un jugador. Yo también los cometo. Todos los cometemos. Pero si quieres, solo hacemos visibles los míos, los de los árbitros. Es necesario ver los errores, porque los errores nos permiten mejorar.

-¿Cree que el colectivo más maltratado del deporte es el de los árbitros de fútbol? Quiero pensar que en 23 años algo ha cambiado, que nos vamos acercando a la sociedad y que con acciones que se puedan hacer con niños y niñas en los colegios permitirán que tengan una perspectiva y una asertividad distinta, que el día de mañana no insulten al árbitro, sino que lo respeten.

-Acabe la frase. Ser árbitro es… Ser árbitro es... Esta pregunta no me la han hecho nunca… Es que el arbitraje me lo ha dado todo. Es vivir la vida profundamente, apasionadamente. Mire: yo llevaba diez años trabajando y cuando nació mi hijo me di cuenta de que no podía compaginarlo todo, que era un sinvivir. Por un lado tenía un trabajo estable y por otro, tenía algo que me llenaba. Yo me levanto y me acuesto pensando 24 horas en el arbitraje y en el trabajo estaba 8 horas porque era lo que tocaba, no era lo que me apasionaba. A un lado la estabilidad y en el otro la incertidumbre. Tenía una familia, no estás solo… Y sopesándolo todo, pesó más el arbitraje. El tiempo me ha dado la razón.