INDUSTRIA DEL DEPORTE

‘Superliga’, ¿con o contra la Premier League?

Superliga europea

Superliga europea

Marc Menchén

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No lo llamen más Superliga. No por nada, sino porque la idea de una competición 100% cerrada y reservada a los 15 clubes más grandes de Europa ya ha quedado guardada en el cajón. O no. Si se recoge el modelo que la ECA propuso en 2019 y ya se descartó -A22 no aclara si esa es su nueva idea-, un sistema de divisiones blindaría al menos de forma temporal la presencia de los grandes clubes en esa Primera Europea (Champions League), que sólo perderían la plaza si descienden ahí. Da igual que en su liga doméstica hayan podido quedar novenos tres años seguidos. Ahí es donde las ligas del Viejo Continente chocan, pues consideran que les restará atractivo deportivo el no ofrecer una plaza en la élite a su campeón.

Pero hoy me gustaría poner el foco en otra cuestión. La Superliga nacía inicialmente con el apoyo del Big Six de la Premier League y fue su marcha atrás la que marcó el principio del fin. Y no sólo porque sean seis de los equipos más atractivos, sino porque Reino Unido es uno de los mayores mercados audiovisuales del mundo y el más importante de Europa, por no hablar su importancia para la atracción de patrocinadores globales. Que Francia (PSG) y Alemania (FC Bayern) tampoco entraran era un flaco favor a un plan de negocio que prometía un extra de ingresos difícil de justificar.

Lo sorprendente ahora es que, al menos el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, plantee la necesidad de la Superliga como un contrapeso al poderío económico de los equipos ingleses y la desregulación que facilita las constantes inyecciones de capital: 3.400 millones de euros sólo durante la pandemia, casi nueve veces más que lo captado por LaLiga. Es no entender que ninguna competición podrá reemplazar ni siquiera lo que hoy genera la Champions League sin tener al flanco anglosajón de tu lado, pero lo peor es pensar que servirá para reducir ninguna brecha de ingresos.

¿Por qué? Por la resiliencia de cada competición frente a otros torneos. La Premier tiene un fuerte arraigo local y una diversificación de públicos que, por ejemplo, no es tan obvia en LaLiga, donde la ausencia de un reparto más equitativo ha fortalecido el duopolio mediático de FC Barcelona y Real Madrid. Dicho de otro modo, si bien Sky o BT Sport no dejarían de pagar por el fútbol inglés para virar hacia la Superliga, es más difícil de asegurar que no hubiera un reajuste de presupuestos de Telefónica o Dazn en España.

Si un equipo de la Premier cobra más que un español y un alemán juntos no es un problema de mala gestión de estos o de formato de la competición. Es que el tamaño -del mercado- importa, y el fútbol es el producto local más internacional que existe. 

Cumbre de LaLiga Impulso en Port Aventura

Esta semana se jugará un partido importante en el fútbol español, aunque sin cámaras que lo retransmitan, ni futbolistas sobre el terreno de juego. LaLiga ha convocado a todos los clubes y sus principales ejecutivos y ejecutivas en Port Aventura, para analizar a lo largo de dos días la evolución de las inversiones acometidas tras la inversión de 1.994 millones de euros por parte de CVC. En total, más de 350 profesionales que por un momento aparcarán la rivalidad deportiva para centrarse en un negocio que este año se espera que recupere los niveles prepandemia, con más de 4.000 millones de euros de facturación.

La firma de inversión habrá desembolsado 1.367 millones de euros hasta junio entre todos los clubes, a excepción de Real Madrid, FC Barcelona, Athletic Club y UD Ibiza, que son los únicos que rechazaron el acuerdo. Las primeras inversiones más visibles se están materializando en los estadios, pero precisamente estas jornadas van orientadas a entender cómo invertir en todo aquello que el aficionado no percibe tan claramente: digitalización, marca, tecnología, experiencia de consumidor… todo por recortar distancias con la Premier League.