ESPAÑA 2- ALBANIA 1

España completa ante Albania su fiesta en su regreso a Catalunya

"Catalunya es España" y "Puigdemont, a prisión", algunos de los cánticos que se pudieron escuchar en la vuelta de la 'Roja' 18 años después

Los jugadores de la selección española y de la selección de Albania, durante el partido amistoso que España y Albania disputan en el RCDE Stadium en Barcelona.- EFE / Enric Fontcuberta

Los jugadores de la selección española y de la selección de Albania, durante el partido amistoso que España y Albania disputan en el RCDE Stadium en Barcelona.- EFE / Enric Fontcuberta / EFE / Enric Fontcuberta

Roger Pascual

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Cuando hace 18 años la selección española jugó su último partido en Catalunya Gavi no había nacido y a Luis Enrique aún le quedaban unos meses para colgar las botas. En el Parlament de Catalunya solo había un 16% de independentistas, tres veces menos que ahora (52%). El Barça solo tenía una corona europea en sus vitrinas, igual que una España aquejada del maleficio de los cuartos. Aquel equipo que el 18 de febrero de 2004 dirigía Iñaki Sáez venció a Perú (2-1) con un joven Xavi sobre el césped de Montjuïc. Nadie podía imaginar entonces no solo que España lograría en menos de una década dos coronas continentales y una mundial sino que tardaría casi dos décadas en volver a jugar en territorio catalán. Ferran Torres, que tenía tres años cuando Baraja marcó el último gol en Barcelona, abrió el marcador en Cornellà-El Prat. Y cuando Albania parecía que iba a aguarla, Dani Olmo completó la fiesta española con un golazo en el 90 (2-1).

El verano de 2010, cuando la plaza España de Barcelona se llenaba para celebrar el Mundial, fue también el inicio de una década de manifestaciones independentistas, después de la sentencia del Tribunal Constitucional que prendió la mecha al tumbar el Estatut. Aunque Luis Enrique quisiera desmarcarse de cuestiones no deportivas, el amistoso Albania ha sido una manifestación política desde mucho antes de que el balón empezara a rodar.

Este sábado Cornellà estaba teñida de rojo desde dos horas antes del encuentro. Una 'rojigualda' de 50 metros se desplegaba junto a la puerta de la estadio y tanto allí como en los atestados bares de los aledaños del hogar del Espanyol se podían escuchar cánticos, algunos con tintes políticos, como "España una y no 51", y otros más jocosos, como "Raúl, selección".

35.544 espectadores

Si en aquel último partido en suelo catalán había apenas 23.680 espectadores en las gradas (7.000 de ellos peruanos), este sábado 35.544 llenaron casi por completo el RCDE Stadium. "Barcelona con la selección", gritaba la grada antes de que se desplegara una enorme bandera tras una de las porterías con este lema y una imagen de los monumentos icónicos de la capital catalana. Habrá que ver si después de volver a jugar en la provincia barcelonesa la selección regresa también a la ciudad olímpica.

Los jugadores de la selección española y de la selección de Albania, durante el partido amistoso que España y Albania disputan en el RCDE Stadium en Barcelona.

Los jugadores de la selección española y de la selección de Albania, durante el partido amistoso que España y Albania disputan en el RCDE Stadium en Barcelona. / EFE / Enric Fontcuberta

"Qué pasará, que misterio habrá, puede ser mi gran noche", atronaba Raphael desde la megafonía justo después de las alineaciones. Una canción que parecía resumir el sentir de una hinchada que había ansiado durante mucho tiempo ese momento. Una afición que empezó a gritar "yo soy español, español, español" nada más terminar las alineaciones, la canción más entonada durante la noche, en reñida competencia con el "que viva España". "Es España, Catalunya, es España, Catalunya", "en pie si eres español" y "ser de España a mí me hace feliz" fueron otros de los cánticos que más se escucharon.

Pedri fue el que más vítores se llevó de una afición que también coreó el nombre de Iniesta. El centrocampista canario parece haberse convertido también en la Roja en el heredero del autor del gol histórico de Sudáfrica, que no había ni debutado cuando España jugó su último partido en Catalunya.

Si la selección de 2004 tenía un aire de fatalismo, esta vuelve a pensar a lo grande de la mano de Luis Enrique: tras rozar la final de la Eurocopa y el título de la Liga de las Naciones, la Roja destila optimismo y está en el vagón de las favoritos del Mundial. Pese a ello, en la primera mitad hubo más ritmo en las gradas que en el marcador y el césped.

Tras la reanudación seguía habiendo más movimiento en las butacas, que antes de dedicarse a hacer la ola se convirtieron en un mar luces de móviles, acompañados del himno español a ritmo de "lololololololololololo". Minutos después empezaban los gritos de "Puigdemont, a prisión", antes de que desde megafonía se agradeciera al Espanyol y a la federación catalana que hubieran hecho posible que 35.554 personas llenaran Cornellà. "Gracias Catalunya, gracias Barcelona, gracias afición".

Explosión final

Albania parecía dispuesta a amargar la fiesta cuando emergió Ferran Torres para marcar el primer tanto en suelo catalán desde el que logró Baraja ante Perú. La grada estalló y siguió disfrutando de su 'karaoke' particular hasta que David Raya, que debutaba con la selección en su Cornellà en el que creció, encajó el 1-1 de Uzuni. "Este partido lo vamos a ganar" y "a por ellos" empujaba la afición, antes de que Olmo completara la fiesta con un golazo en el 90. Tras el pitido final los jugadores salieron a aplaudir a la afición, que entonaba con la megafonía el "que viva España".