XAVI: "ERA UNA VICTORIA DE FE"

La vida entre gol y gol de Dembélé

Cuando Ousmane marcó su último tanto como azulgrana, hace casi ocho meses, Jutglà (el otro goleador) era el capitán del Espanyol B, Messi estaba convencido de que renovaría y Alves ni soñaba con volver al Camp Nou. El extremo francés evitó este miércoles el naufragio copero, como hace casi un año en Cornellà.

Dembélé manda un balón al travesaño.

Dembélé manda un balón al travesaño. / FCB

Roger Pascual

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Sobre el papel, renovar a Ousmane Dembélé es un auténtico sinsentido. No solo por las desorbitadas peticiones de sus agentes, ni por la manera que han mareado a la directiva azulgrana. Los números no avalan al segundo fichaje más caro de la historia del club, que ha pasado más tiempo en la enfermería que en el campo. Y cuando ha jugado apenas ha sido decisivo. De los pocos partidos que desniveló fue cuando salvó hace casi un año al Barça de Koeman de la eliminación copera en Cornellà. Este miércoles rescató al de Xavi en Linares, en una de esas actuaciones que hacen que algunos culés abandonen toda lógica y vuelvan a ilusionarse con él, como niños con los Reyes Magos.

El último tanto de Dembélé había sido hace casi ocho meses. Por entonces Messi estaba convencido de que renovaría, Xavi vivía en Qatar y Alves en Brasil, sin poder soñar que compartiría con el Mosquito banda derecha. 2.054 días después el lateral brasileño volvió a disputar un partido oficial como azulgrana, que podría haber terminado en bochorno si Dembélé no hubiera cambiado el choque.

Banda desequilibrante

Desde que el extremo francés entró tras el descanso siguió la doctrina Abde (Xavi me pide encarar y yo, pues encaro). Desquició a Carnicero y con una diagonal y un picotazo desde fuera del área abrió el marcador. La banda derecha, con Alves de escudero, decantó la balanza. "Estar al lado de gente de mucha calidad facilita las cosas", reconoció Alves, tras su regreso. El carrilero, como ya se intuyó en el partido de Boca, juega en una posición casi de interior en esta nueva etapa. "Entre lateral y medio, es una posición que domino también. Después de tanto tiempo poder regresar y jugar un partido oficial es muy especial. Trato de disfrutar, de ayudar, de sufrir, de querer ganar con ellos. Tenemos que ir escalando".

"Cuestión de fe"

Alves rindió a un buen nivel y demostró que no ha perdido el toque, encargándose de los centros a balón parado. Desde su posición privilegiada presenció el show de Dembélé, que mandó un balón al travesaño y tuvo el tercero después del golazo de Jutglà, que exprime cada minuto que le dan. Cuando Ousmane marcó su último gol, en mayo del año pasado, él era el capitán del Espanyol B y ahora ya suma dos tantos con el primer equipo del Barça. No solo aporta pólvora sino también mucha intensidad y movilidad, lo que le pide el técnico. "En el descanso nos hemos dicho las cosas a la cara y nos hemos espabilado". "Les he dicho muy claro que podíamos hablar tres horas de táctica pero que era una cuestión de fe", comentó Xavi en rueda de prensa. El técnico se mostró satisfecho con Dembelé, aunque no lo esté en los despachos. "Le hemos necesitado y ha cumplido, ha marcado diferencias, ha estado bien. Futbolísticamente no hay nada que decir. Es lo que necesitamos de Ousmane, del tema renovación no hay novedad".