Abrines: "Aprendí mucho de mi época oscura"

La selección de baloncesto cuenta en Tokio con la mejor versión de Álex Abrines (Palma, 1993), decidido a disfrutar de su segunda experiencia en unos Juegos tras la medalla de bronce que consiguió hace cinco años en Río-2016. Su vuelta al grupo de Sergio Scariolo, que este jueves afronta su segundo encuentro frente a Argentina, un equipo repleto de caras conocidas y su rival en la final del Mundial 2019, es una excelente noticia para el deporte y la confirmación de que vuelve a disfrutar del baloncesto, olvidados ya los problemas que hace dos años le hicieron abandonar de forma temporal la competición.

“Para mí es un orgullo estar y volver a formar parte de esta selección”, explica el alero del Barcelona, que quiere continuar con las buenas sensaciones que ha vivido esta temporada con el equipo azulgrana, después de conseguir un histórico doblete de Liga y Copa, y mantiene el mismo discurso ambicioso sobre el objetivo en el torneo olímpico que el resto de sus compañeros, y cuya única queja es haber tenido que perderse el primer cumpleaños de su hija Chloe, el mismo día de la inauguración. “Va a ser duro pasarse un mes sin verla”, dice en conversación con EL PERIÓDICO.

Generación única

“Las aspiraciones son máximas, queremos la medalla. El equipo llega muy bien. Es un grupo que lleva mucho tiempo trabajado y los que han entrado, lo han hecho con muchas ganas”, afirma Abrines no solo por convicción sobre las posibilidades del equipo, sino también por el componente emocional que supone el final de una etapa para la generación que lidera Pau Gasol, pero que también podría incluir a su hermano Marc, a Rudy Fernández, Sergio Rodríguez, Llull o Claver, durante muchos años, los nombres que han hecho grande a la familia.

“Está claro que nuestra idea es ir a competir al máximo y darlo todo. Estamos ante el último reto olímpico para toda una generación de jugadores, que puede que aparezcan por última vez en el equipo, y queremos despedirlos como se merecen Queremos el podio”, afirma el jugador mallorquín, aunque es consciente de que el reto será complicado “Tenemos a Argentina, a Eslovenia con Doncic que impresiona, EEUU, Francia. Va a ser muy exigente”, apunta Abrines y lamenta la baja final de Juancho Hernangómez, que a pesar de no tener permiso de los Timberwolves para jugar, ha permanecido en la Villa Olímpica como miembro del grupo . “Si conseguimos algo también será suyo, porque él es parte de la familia”.

El ejemplo de Pau

El alero del Barça reconoce que, al final, es un lujo a nivel personal haber podido disfrutar de la presencia de Pau Gasol en el Barça y hacerlo ahora también en la selección. “Al final es un honor estar a su lado. No deja de sorprendernos a todos después de estar tanto tiempo parado, como afrontó la temporada y el gran momento de forma en el que la acabó. Además se encarga de hacer el papel de hermano mayor, dándote consejos. Conmigo lo hacía en el Barça y ahora aquí, pero también con Usman (Garuba). Es un ejemplo y un líder para este grupo. Para todos es un orgullo jugar a su lado”.

Abrines asegura que vuelve a disfrutar en una cancha de baloncesto y que su etapa oscura, que le obligó a renunciar al contrato con Oklahoma en la NBA, ha quedado atrás. “Está claro que no lo olvido porque aprendí mucho de esa época. Me ayudará para intentar no volver a caer", explicó el jugador en esta entrevista que se hizo antes de que la gimnasta estadounidense revelara la renuncia a competir, aunque él ha sido uno de los muchos que se ha solidarizado con la deportista en las últimas horas. "Tu salud mental debería ser siempre lo primero. Ánimo y fuerza, Simone Biles", escribió en su cuenta de Twitter.

Abrines ha disputado su segundo año en el Barça, en la que "he tenido que jugar más en la posición de tres por la lesión de Claver y me han salido muy bien las cosas. También porque he puesto mucho trabajo y eso ha hecho que la temporada fuera muy buen en todos los sentidos, también por el doblete”, apunta el alero mallorquín, que nada más concluir la temporada amplió su contrato con el Barça hasta 2026.

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