EL RÉCORD TUMBADO

Tras los pasos de Mariano Haro

Dani Mateo, en su preparación para Tokio, batió esta semana la última plusmarca de la hora del mítico fondista castellano.

El atleta palentino fue una de las grandes estrellas del deporte español hace casi 50 años y luego se dedicó a la política.

Mariano Haro

Mariano Haro / JON BARANDICA

Sergi López-Egea

Sergi López-Egea

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En poco más de un mes Mariano Haro cumplirá 81 años. Desde que en 2019 sufrió un ictus es reacio a comunicarse con la prensa. En Becerril de Campos, un pequeño pueblo palentino de menos de mil habitantes, seguramente nunca más habrá un atleta tan grande y tan importante como fue Haro hace 50 años, en una época que, a diferencia de ahora, apenas había gente corriendo por las calles. Y cuando se identificaba a un corredor, lejos de llamarlo 'runner', algo así como una especie de objeto volador no identificado, la gente le chillaba: "Mira, un Mariano Haro". Hasta una vez confundieron al legendario corredor cuando entrenaba por la Diagonal de Barcelona, antes de afrontar uno de tantos cros que ganaba con enorme facilidad.

Esta semana Dani Mateo (2.08.23 horas en maratón) batió el último récord que le quedaba a Haro, el más viejo del atletismo español. Mateo nació en Soria hace 31 años y creció en una época donde las calles de todas las ciudades, en cualquier parte del mundo, se llenan de miles de corredores populares que hacen de la práctica atlética, en ocasiones, hasta un método de vida. Y fue él quien tuvo el honor de batir un récord conseguido 14 años antes de que él naciera, el que Haro estableció en Anoeta (San Sebastián) el 9 de agosto de 1975 cuando a lo largo de una hora recorrió 20 kilómetros y 493 metros.

Dani Mateo, tras una hora de esfuerzo y con el récord batido.

Dani Mateo, tras una hora de esfuerzo y con el récord batido. / EFE / MANUEL LORENZO

El viejo Anoeta donde corrió Haro no tenía las condiciones de suelo que ahora presentan todos las pistas; por ejemplo, la del estadio olímpico Camilo Cano de La Nucia, en tierras alicantinas, donde Mateo, también con un calzado totalmente diferente al de los años 70, alcanzó el martes 20 de abril 20,593 kilómetros superando a Haro con 100 metros más de distancia y haciendo todavía más grande la hazaña del viejo mito del atletismo español.

¿Quién era Haro?

A Mateo, como al resto de los mejores atletas contemporáneos, le han tenido que recordar quién era Haro; jóvenes fondistas que han recurrido a las viejas imágenes recopiladas en Youtube y al desaparecido Nodo franquista para verlo correr, porque él desde su retirada, a finales de los 70 debido a una lesión en la rodilla, se tuvo que conformar con andar, aunque lo hiciera rápido, aunque no tanto como cuando siendo un chaval trotaba todos los días desde Becerril de Campos a Palencia, 16 kilómetros, mientras cazaba a alguna perdiz por el camino.

Entonces se corría por las sensaciones, en un deporte que no se preparaba bajo la tiraría de las APP y los ordenadores. Las de Haro estaban destinadas a resistir con el frío castellano del invierno y el durísimo calor veraniego. Cuatro veces fue subcampeón del Cros de las Naciones (la antesala del Mundial de la especialidad) y no ganaba porque internacionalmente se cruzaba con Lasse Viren, astro finlandés. Casi siempre caía derrotado ante el poder del nórdico, una hegemonía que tenía un secreto. "Todos sabíamos que se cambiaba la sangre cuando la mayoría de atletas españoles solo le dábamos al bistec y a la vitamina C", explicó Haro en una entrevista publicada en este diario en 2006.

Los controles antidopaje

Ahora, también, los controles antidopaje son otras cosas y deportes como el atletismo, golpeado por escándalos como los denunciados en Rusia, tratan de reponerse y hasta de convertir en un acontecimiento mediático el reto de Mateo, retransmitido en streaming, apoyado por patrocinadores, con 'liebres' de pago, y hasta superando el tremendo inconveniente de haberse tenido que realizar a puerta cerrada, a causa de la dichosa pandemia.

En un tiempo en el que las grandes marcas no seducían a los astros del atletismo (por ejemplo, Mo Farah posee con 21.330 metros y buenos réditos el récord mundial de la hora), Haro ganaba todas las carreras de 10.000, 5.000. 3.000 obstáculos y cros que se celebraban en España. Luego se dedicó a la política. Fue alcalde de su pueblo durante casi 24 años, hasta que se peleó con el PP, aunque siguió siendo un hombre de derechas.

Suscríbete para seguir leyendo