El Madrid remonta a la desesperada ante el Elche para seguir vivo en la Liga

Zidane dejó descansar a Modric y a Kroos, a tres días de jugarse el futuro europeo el martes ante el Atalanta, y el Madrid reveló durante una hora de partido una inoperancia grave en la creación de juego, impotente ante un Elche con interés, intensidad y orden que se puso por delante. Cuando Zidane recuperó el centro del campo de toda la vida, el Madrid empató y, de nuevo gracias a un arreón final y a dos goles de Benzema, sumó tres puntos fundamentales para sus aspiraciones al título, sobre todo tras el empate del Atlético. 

Volvió, directo de la enfermería a la titularidad, Sergio Ramos como el elemento central de una defensa de tres integrantes, una suerte de ensayo general para la Champions. También volvió tras lesión Hazard, desde el banquillo para completar 15 minutos de intrascendencia.

Dominio sin ocasiones

Desde el primer minuto, el dominio territorial y del balón del Madrid fue casi absoluto, inmerso en un laborioso y casi artesanal trabajo para superar el entramado defensivo de un Elche bien protegido, sin espacios entre sus líneas.  

Después de casi media hora sin sufrir un disparo a su portería, el Elche dejó de estar atenazado y, ante el parsimonioso ritmo del partido, empezó a ocupar el campo rival. Gracias a eso llegó al contragolpe lo más parecido a una ocasión de gol del Madrid en la primera parte, un hecho insólito, un oasis en el desierto que era el partido.

Nunca un asedio al área rival del Madrid fue tan inocuo para el rival. El equipo de Zidane hostigó al Elche, pero una reclamación de penalti de Ramos, por un agarrón cuando el rival caía tras el forcejeo, fue lo más cerca del gol que estuvo. 

Al contrario, en sus primeras incursiones en ataque del segundo tiempo, el Elche también reclamó su penalti, obligó a Courtois a hacer una gran parada y, acto seguido, se puso por delante con un cabezazo inconmensurable de Dani Calvo por encima de Varane.

Reacción con los cambios

Obligado a buscar soluciones, Zidane puso en el campo a Modric y a Kroos con media hora por delante, de nuevo con la obligación de asediar al rival para conseguir algo. Empezó a carburar el equipo blanco con sus centrocampistas habituales, y no tardó mucho en empatar. 

El goleador fue, cómo no, Benzema, también de cabeza y con más de un cuarto de hora para el final. Aun así, apuró hasta el añadido el Madrid, ante un digno Elche, cuando volvió a aparecer el francés para fabricar el gol de la victoria blanca.