Exploración espacial

Otra empresa estadounidense se prepara para lanzar una misión privada a la Luna

La misión Peregrino abandona su sueño de ir a la Luna y se estrella contra la Tierra

El fracaso de la misión Peregrine en la Luna afecta al negocio de los entierros espaciales

El despegue del 'Falcon 9'

El despegue del 'Falcon 9'

AFP

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Después del fracaso de Peregrine, la misión lunar lanzada por una compañía privada estadounidense en enero, otra empresa privada se conjura para intentar un nuevo lanzamiento espacial hacia la Luna y entrar así en los libros de historia. Se trata de la misión IM-1 de la empresa texana Intuitive Machines, que despegará durante la madrugada de este martes a miércoles desde Florida rumbo al satélite terrestre.

Según explican los fundadores de esta compañía, este aparato despegará en un cohete SpaceX Falcon 9, cuyo lanzamiento está previsto desde el Centro Espacial Kennedy, en el sureste estadounidense, alrededor de las seis de la madrugada del miércoles (hora peninsular española). Poco después del despegue, el módulo de aterrizaje debe separarse de la etapa superior del cohete y recibir energía. Luego debe establecer comunicación con la sala de control de Intuitive Machines, ubicada en Houston, Texas. Y a partir de ahí, debe poner rumbo a la Luna.

La misión intentará posarse sobre el suelo lunar el 22 de febrero

Si todo funciona correctamente, el módulo de aterrizaje 'Nova-C' intentará tocar el suelo de la Luna el próximo 22 de febrero. Sería el primer dispositivo estadounidense en hacerlo desde el final del programa Apolo, hace más de 50 años. También sería el primer artilugio lanzado por una empresa privada que logra posarse sobre la Luna. La misión lleva a bordo varios instrumentos de la NASA, además de cargamentos privados, incluidas esculturas del artista contemporáneo Jeff Koons que representan las diferentes fases de la Luna.

Empresas privadas

Los responsables de esta misión afirman que estamos ante "un momento crucial en la exploración espacial, donde las empresas privadas desempeñan un papel cada vez más vital". Se trata del primer intento de misión lunar encarado por esta empresa, pero el segundo en el marco del nuevo programa CLPS de la agencia espacial estadounidense NASA, que ha encargado a compañías privadas llevar equipos científicos hasta el satélite natural, con el fin de preparar el regreso de astronautas.

En enero, la compañía Astrobotic no pudo llegar a la Luna debido a una fuga de combustible y su módulo de aterrizaje Peregrino acabó siendo destruido deliberadamente en pleno vuelo. La NASA asume el riesgo de fracaso de estas misiones confiadas a empresas jóvenes y subraya que es consciente de que no todas tendrán éxito. Sin embargo, sostiene que el intento vale la pena: al ser un simple cliente a bordo de vehículos que no le pertenecen, la agencia espacial dice que puede enviar más material, con más frecuencia y por menos dinero.