Estudio científico

Sacrificar horas de sueño para tener más sexo: esta es la curiosa técnica de supervivencia de unos marsupiales

La contaminación está arruinando la vida sexual de los insectos (y eso también te afecta a ti)

¿Por qué desapareció el simio más grande de la historia? Un estudio halla la clave

Ejemplar de antequino oscuro, un marsupial con un curioso comportamiento sexual.

Ejemplar de antequino oscuro, un marsupial con un curioso comportamiento sexual. / Erika Zaid

Valentina Raffio

Valentina Raffio

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En el mundo animal existe una norma no escrita para la supervivencia. O duermes o estás muerto. O descansas adecuadamente o no conseguirás sobrevivir a las hostilidades del entorno. O recargas tus energías o te convertirás en presa fácil para los depredadores (o por el contrario, no conseguirás capturar a tus víctimas). Pero hay veces que esta regla universal se sacrifica por un bien mayor. Por ejemplo, según desvela una investigación publicada en la revista 'Current Biology', existe una especie de marsupial que durante la época de apareamiento sacrifica la mitad de sus horas de sueño para tener más y más sexo. Los científicos que han liderado este estudio afirman que es la primera evidencia directa de la "deprivación de sueño" como estrategia para aumentar la copulación hallada hasta ahora entre los mamíferos terrestres.

El protagonista de esta historia es un pequeño marsupial australiano conocido como antequino oscuro o ratón marsupial dentón. Este pequeño roedor, que habita en las regiones boscosas de Australia y Tasmania, ya es muy conocido por su comportamiento sexual. Estudios anteriores habían descubierto que estos animalitos son unos verdaderos 'kamikazes sexuales' ya que, cuando llega el momento, son capaces de dedicar entre doce y catorce horas seguidas a la cópula. Su empeño es tan grande que, durante estos periodos, ni siquiera comen. Y copilan hasta quedar agotados y mueren de agotamiento. Los machos, de hecho, solo machos solo aguantan una temporada de reproducción y mueren al poco de cumplir un año.

Los antequinos son unos verdaderos 'kamizakes sexuales', capaces de dedicar entre 12 y 14 al fornicio

Solo tres horas de descanso

El estudio publicado este jueves añade un detalle más para entender el curioso comportamiento sexual de estos animales. Gracias a un exhaustivo seguimiento de estos animales, un equipo de investigadores ha descubierto que durante las épocas de apareamiento los antequinos machos son capaces de sacrificar más de la mitad de sus horas de sueño con tal de copular más. En total, esto roedores apenas descansan tres horas al día, el equivalente al 12,5% del tiempo disponible durante una jornada, durante tres semanas seguidas. Los registros indican que estos animales dedican todo este tiempo 'extra' a buscar hembras y a aparearse con ellas.

Los expertos creen que el desenfreno de los antequinos machos podría deberse a una encarnizada competición sexual entre sus homólogos. Pues dado que estos animales solo sobreviven un año, el equivalente a una temporada de apareamiento, tienen que volcarse con todas sus fuerzas para conseguir copular con cuantas más parejas posibles y generar descendencia. "Durante la temporada de reproducción, los machos compiten físicamente y mediante la competencia de esperma por el acceso a tantas hembras como sea posible para así maximizar su éxito reproductivo", comentan los científicos que han liderado este trabajo en el que, por primera vez, se constata la pérdida de horas de sueño como estrategia sexual.

Durante las épocas de apareamiento, estos animales solo descansan 3 horas al día

"En humanos y otros animales, restringir la cantidad normal de sueño conduce a un peor rendimiento, sobre todo si se repite noche tras noche. Sin embargo, parece que esto no aplica a los antequinos en época de apareamiento", explica la investigadora Erika Zaid, de la Universidad La Trobe en Melbourne, líder de este trabajo. Según explica esta especialista, de hecho, durante estos periodos los machos se vuelven "especialmente inquietos" en busca de posibles parejas sexuales. Este comportamiento, en cambio, no se ha observado entre las hembras. Entre ellas no se observan pérdidas significativas de horas de sueño durante la época de apareamiento. Tampoco se perciben comportamientos tan 'sexualmente kamikazes' durante la cópula. 

Suscríbete para seguir leyendo