Antártida

Preocupación en el mundo científico: detectado un insólito brote de gripe aviar en mamíferos

Un oso polar muere de gripe aviar en Alaska, en plena expansión del virus por las zonas más remotas del planeta

La epidemia de gripe aviar desconcierta a los expertos: 5 claves para entender esta crisis

Reclaman más áreas marinas protegidas en la Antártida

Reclaman más áreas marinas protegidas en la Antártida / Agencias

Carla Torres

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El virus de la gripe aviar avanza sin freno, dejando millones de aves y miles de mamíferos en todo el mundo sin vida. Hace pocos días, la muerte de un oso polar en Alaska por contraer esta enfermedad hizo saltar las alarmas de la comisión científica, que asegura que la pandemia se está expandiendo cada vez más rápido y en puntos más remotos del planeta.

En la Antártida, en la isla de Georgia del Sur, se han detectado elefantes marinos y focas infectados por esta gripe aviar, por lo que los científicos temen ahora que se extienda a grandes poblaciones de animales.

"Teniendo en cuenta que la Antártida es una área de biodiversidad tan única y especial, es triste y preocupante ver que la enfermedad se extiende a los mamíferos de la región", ha explicado el director de servicios científicos de la Agencia de Sanidad Animal y Vegetal del Reino Unido (APHA, por las siglas en inglés), Ian Brown a la CNN.

Este brote de gripe aviar sin precedentes y altamente contagiosa en la región subantártica habría llegado a ese punto de planeta como consecuencia de los movimientos migratorios de las aves desde América del Sur.

No es peligrosa en humanos

En ese sentido, los datos extraídos sugieren que no ha habido una adaptación generalizada del virus ni un aumento del riesgo de infección para los humanos, que es muy bajo. A pesar de esto, según Brown, todavía es incierto cómo se está extendiendo en este conjunto de islas en el norte de la Antártida.