Investigación

Un estudio de la Universidad de Barcelona alerta del peligro del césped artificial en los mares y ríos

Un 15% de los microplásticos de menos de cinco milímetros que varan en estos medios acuáticos provienen de la hierba artificial

Buzos recogen plásticos del mar en la costa de Barcelona

Buzos recogen plásticos del mar en la costa de Barcelona / ALVARO MINGUITO

EFE

EFE

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Investigadores de la Universidad de Barcelona (UB) han descubierto que el césped artificial que se instala en los campos de fútbol desprenden microplásticos que llegan directamente a mares y ríos, causándoles su contaminación. Estos representan el 15% del total de plásticos de menos de cinco milímetros que varan por estos medios acuáticos.

Los científicos han analizado 217 muestras de agua recogidas en la costa de Barcelona y otras 200 más en el Guadalquivir, encontrando fibras de este césped artificial en un 62% de las que se recogieron del mar y en un 37% de las recogidas en el río, tal y como ha explicado la UB en un comunicado publicado este miércoles.

"Dos de las fibras de plástico que hemos encontrado coinciden con el prototipo de hierba artificial que se fabrica hoy en día. Estos microplásticos se concentran especialmente en la costa cercana a las grandes ciudades", ha detallado William P. de Haan, primer autor del estudio.

El estudio, que se ha publicado en la revista medioambiental 'Environmental Pollution', propone una guía para identificar los microplásticos de la hierba artificial en trabajos futuros, de manera que se pueda analizar el impacto real de este material sobre el medioambiente. A su vez, la investigación señala que es probable que otras ciudades españolas también estén sufriendo la contaminación de microplásticos, procedentes del césped artificial de las zonas deportivas, en sus ríos y mares.

"Si queremos acabar con la contaminación de plásticos, se debe plantear la idea de no instalar plástico verde en superficies públicas, como en patios de escuela, zonas deportivas, festivales de música o terrazas", ha remarcado otra de las investigadoras del estudio, Anna Sánchez-Vidal.

Cada año, en la Unión Europea se instalan entre 1.200 y 1.400 campos deportivos de césped artificial, que simula a la hierba natural pero con otro material, compuesto principalmente de plástico.