Las razones para no perderse el domingo el ciclocrós de Benidorm con Van der Poel y Van Aert

Efectivamente, tanto la carrera femenina (a partir de las 13.40 horas) como la masculina (15.10 horas) serán retransmitidas en vivo y en directo, tanto a través de Teledeporte como de Eurosport. Hay que tener en cuenta que el ciclocrós es una especialidad ciclista muy explosiva en el sentido de que se va al máximo de intensidad desde que se inicia la carrera hasta la conclusión de la competición que no suele alargarse más de una hora. La duración y el kilometraje se fijan en la segunda vuelta. En 2023 la prueba masculina constó de 9 vueltas para un total de 27 kilómetros. Debido a que el circuito de Benidorm es prácticamente el mismo que el año pasado con ligeras modificaciones supuestamente no debería haber cambios.

El ciclocrós, al celebrarse en un circuito cerrado, a diferencia de las pruebas de carretera, que siempre son gratuitas, es una especialidad de pago para el espectador. En las grandes citas del calendario internacional, principalmente en Flandes y en los Países Bajos, la asistencia es masiva, miles de personas. En Benidorm el éxito de público parece asegurado. Antes de las carreras ya se han vendido más de 10.000 entradas con precios que van desde los 20 euros y una entrada simbólica de dos euros para los niños, cuya recaudación se entregará a asociaciones benéficas infantiles de Benidorm. Curiosamente ya están distribuidas todas las localidades de asiento para las zonas VIP y Supervip con precios entre los 75 y 150 euros. La organización espera el domingo a 15.000 personas.

Como suele ser costumbre el ciclocrós busca que los corredores no sólo pedaleen, sino que carguen las bicis al hombro subiendo por escaleras donde es imposible ir montado sobre una bici. Además, hay que superar zonas de troncos, pasos sobre arena y principalmente tierra a lo largo del recorrido. Sin embargo, la recta final, que este año se ha alargado 150 metros en comparación a 2023, será sobre asfalto para favorecer el esprint entre los favoritos. El año pasado Van der Poel y Van Aert llegaron en solitario con victoria de la estrella neerlandesa. Nunca hay que cansarse de recordar que Van der Poel es nieto de Raymond Poulidor e hijo de la antigua estrella del ciclocrós, las clásicas y los esprint de los Países Bajos Adrie van der Poel. Por genes no será.

Van der Poel y Van Aert encabezan el cartel masculino donde también acude como tercera gran figura el británico Tom Pidcock, excampeón del mundo de ciclocrós, campeón olímpico de bicicleta de montaña, ganador de la etapa de Alpe d’Huez de 2022 en el Tour y vencedor el año pasado de la Strade Bianche. Con ellos también estará el actual líder de la Copa del Mundo, el belga Eli Iserbyt. Van der Poel y Van Aert no disputan todas las carreras de Copa del Mundo. De ahí que tengan menos puntos que otros corredores. El ciclista alicantino Felipe Orts es la gran estrella local; vigente campeón de España llega a Benidorm después de crear su propio equipo, el Vila Joiosa-Neteo. En el apartado femenino acuden las grandes figuras de la especialidad: Fem van Empel (la neerlandesa es campeona del mundo) , Ceylin del Carmen Alvarado (la neerlandesa de origen dominicano es la líder de la Copa del Mundo) y Puck Pieterse (la neerlandesa de 21 años está llamada a ser la gran estrella del futuro).  

Son parecidas a las de carretera y se diferencian de las de gravel sobre todo por la posición, ya que estas últimas son más dóciles y agradables de conducir. Llevan ruedas de tacos, más estrechas que las de las bicis de montaña. En competición se utiliza sólo un plato y curiosamente, ya que se trata de una carrera que no acostumbra a superar la hora de competición, los participantes compiten sin bidones para aligerar el peso a la hora de cargar las bicis en los muros y zonas de escaleras.