el final de la ronda francesa

Bernal gana el Tour de Alaphilippe

El ciclista colombiano se convierte a los 22 años en el vencedor más joven de la prueba desde finales de la Segunda Guerra Mundial

Bernal, flanqueado por Thomas y Kruijswijk en el podio de París.

Bernal, flanqueado por Thomas y Kruijswijk en el podio de París. / periodico

Sergi López-Egea

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Egan Bernal se convirtió este domingo en el ciclista más joven después de la Segunda Guerra Mundial en ganar el Tour. Lo hizo con solo 22 años. Más joven que cuando triunfaron Felice Gimondi en 1965 y Jan Ullrich en 1997. Ha sido, además, el primer corredor colombiano que se anota la victoria en la principal ronda ciclista por etapas. Ha sido muchas cosas, también el abanderado de lo que ya parece, a  su estela, que será una nueva época ciclista, larga y duradera. Pero sería injusto no reconocer que Bernal conquistó el Tour de Julian Alaphilippe, el ciclista francés que, injustamente, no estuvo este domingo en un podio de los Campos Elíseos que lo aclamaba para escuchar el aplauso de su pueblo.

Bernal ganó el Tour de Alaphilippe tras cruzar la meta de París en una etapa final con triunfo al esprint del australiano Caleb Ewan, del Lotto Soudal. "Un Tour que ha resultado diferente gracias a la lucha y entrega de Alaphilippe", tal como reconoció Geraint Thomas, el campeón saliente, tras pasar el testigo a su joven compañero colombiano del Ineos. Y ha sido el Tour que comenzó abierto y con dudas porque, tal como dijo en Bruselas Eusebio Unzué, mánager de un extraño Movistar, sin Chris Froome en concurso era como un rebaño que iba a salir al prado sin un pastor.

El supuesto animador

En Bruselas, de donde partió la carrera un ya lejano 6 de julio, se daban y citaban muchos nombres, entre ellos el de Bernal, pero nunca, nunca, figuró el de Alaphilippe, de quien se creía podría animar la carrera con fugas, victorias y hasta conquistando, con mayor 'glamour' a como lo ha hecho Romain Bardet, el título de mejor escalador de la carrera que logró el año pasado. Pero nunca se pensó que el corredor francés afincado en La Masssana iba a ser el que llevaría más días el jersey amarillo y el que se iba a meter en el bolsillo de su ‘maillot’ a toda la afición francesa que se llegó a creer, porque lo tuvieron tan y tan cerca, que por fin uno de los suyos volvería a hacer sonar 'La Marsellesa' en los Campos Elíseos.

En Val Thorens, donde Bernal sentenció merecidamente la carrera, se vieron dos imágenes; la de la felicidad, reflejada en un corredor colombiano que recibía palmadas y abrazos de Thomas y los besos de su novia, y otra que rompía el corazón; la del ciclista batido, agotado y entregado hasta que ya no le quedó otro remedio que decir basta, hasta aquí, a 13 kilómetros de la última cumbre alpina, he llegado.

"Me recuerda a Contador", afirma Nibali

Bernal ganó el Tour de Alaphilippe demostrando al mundo que tiene un poderío y una clase extraordinaria para ser desde ahora la referencia escaladora del pelotón mundial. "Me recuerda a Alberto Contador", dijo Vincenzo Nibali, vencedor del Tour 2014 y ganador en Val Thorens. "No puedo compararme a ningún ciclista porque todavía no me creo lo que he hecho con solo 22 años", repitió Bernal. Ganó sabedor de que "debo mejorar en la contrarreloj porque si solo dominas la montaña nunca ganarás el Tour" y porque "fallé en la contrarreloj de Poud donde pude despedirme en una sola etapa de toda posibilidad de ganar en París".

Bernal ganó este domingo el Tour de Alaphilippe con la sensación de que tanto él como el resto de humanos se quedaron con la insatisfacción de saber qué habría ocurrido realmente en Tignes de no haberse anulado justificadamente y por razones de seguridad la última parte de la penúltima etapa alpina. El granizo golpeó no solo el asfalto de la ronda francesa sino que mojó la historia de la prueba al impedir escribir lo que parecía la gesta de Bernal; de las grandes. Pero, nunca se sabrá lo que habría pasado. Lo cierto es que la tempestad alpino lo privó de una victoria, de coronarse en París con la tradición que dicta que el ganador del Tour debe llegar a los Campos Elíseos con al menos una etapa en su poder.

La tristeza francesa

Hacía años que el pueblo francés no disfrutaba tanto del Tour. No solo por Alaphilippe, su nuevo gran ídolo, sino también por Thibaut Pinot, que se fue de la carrera llorando y con su muslo izquierdo roto. Miles de pancartas no solo aclamaron a Alaphilippe, que era lo secundario, le daban las gracias; sí señor, por hacerlos disfrutar, por creer que sí se puede ganar un Tour y hasta llorar cuando se pierde a favor de un chaval que desde que apareció en la escena de la Volta 2018 tiene el futuro del ciclismo en las bielas de su bicicleta.

Todas las clasificaciones finales de la prueba en la página oficial del Tour.