la gran esperanza

Enric Mas ya conoce el Tour

El ciclista mallorquín sale perfectamente situado en la general tras la contrarreloj por equipos de Bruselas

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Sergi López-Egea

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Cuando los ciclistas terminan una etapa, en este caso la contrarreloj por equipos, acostumbran a rodar unos minutos, para relajarse, sobre los 'rodillos', unos aparatos que convierten a sus bicis en estáticas. Así se recuperan de la tensión. Los mecánicos los protegen con cintas de seguridad para que los aficionados los dejen tranquilos. Y allí Enric Mas, junto a una furgoneta del Deceuninck, su equipo, rueda como si no se hubiese aburrido de seguir a sus compañeros unos minutos antes, a más de 50 kilómetros por hora, por las calles de Bruselas, desde el Palacio Real al famoso Atomium.

"He cometido dos fallos", lamenta el ciclista mallorquín. Y, claro, cuando casi todos están tan igualados, el mínimo error se traduce en unos segundos que, en ocasiones, cuesta la victoria. "Casi te sienta peor cuando ves que la victoria se te escapa por poco que si fallas y pierdes mucho más tiempo", explica Mas, quien a sus 24 años ya ha descubierto el Tour, la carrera en la que quiere destacar después de terminar la Vuelta hace un año en segunda posición.

Problemas con los frenos

Es una de las grandísimas esperanzas del ciclismo español. "El sábado, en el tramo de adoquines -añade-me quedé sin frenos y, por eso, poco después tuve que cambiar de bici". Su equipo es uno de los muchos que ya disputan el Tour con frenos de disco, un artilugio que posiblemente la próxima temporada ya lleven todos las escuadras. 

Nunca antes había estado por estos territorios. El año pasado se enfadó porque quería ya debutar en la carrera pero sus directores consideraron que entonces con 23 años todavía era muy joven para enfrentarse a la ronda francesa y lo reservaron para la Vuelta. Y en Madrid pudo saborear la sensación de saludar al público desde un podio. Por la noche, en cambio, en la cena de celebración de su equipo, le salieron todos los nervios que había sabido controlar durante la carrera. Indispuesto, tuvo que abandonar el ágape de forma precipitada.

"Ahora llega la primera semana. Y, a veces, más que ver cómo será la meta, lo mejor es llegar a ella". Mas quiere destacar en la general, sin un planteamiento fijo pero con la ilusión de quien sabe que va a ser una figura.