LA RONDA CICLISTA FRANCESA

Froome toma el mando del Tour en los Pirineos

Quintana se despista en el Peyresourdey el británico ataca bajando y se pone líder

Chris Froome celebra su triunfo en Bagnères-de-Luchon, donde ha logrado el liderato del Tour.

Chris Froome celebra su triunfo en Bagnères-de-Luchon, donde ha logrado el liderato del Tour. / periodico

SERGI LÓPEZ-EGEA / BAGNÈRES-DE-LUCHON (Enviado especial)

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los despistes se pagan muy caros en el Tour. Hay páginas y libros donde se cuentan errores que han costado una victoria. Un favorito puede dejar tirado a su máximo rival por fuerza en un demarraje subiendo. Pero que lo haga bajando es algo imperdonable; un grave error de Nairo Quintana.

Chris Froome ni mucho menos empezó a ganar el Tour este sábado en Luchon, pero sí dio un golpe de autoridad, de maestría, de arte, de valentía y, sobre todo, de picardía. Quintana no perdió ni mucho menos un Tour que cada vez se le aleja más a Alberto Contador pero sí demostró que si quiere llegar de amarillo a París debe ser más listo, mucho más que Froome, más inteligente y sobre todo concienciarse que en una etapa desde el kilómetro cero hasta la línea de meta no se puede perder la concentración ni un instante. Y mucho menos en la cima del Peyresourde. El colombiano buscó el agua que el auxiliar del Movistar le entregaba en la cumbre para refrescarse, cuando era una evidencia, una crónica anunciada, el ataque de Froome en la bajada hacia Luchon.

TODOS AVISADOS

No fue una acción improvisada. Ni mucho menos. "Lo teníamos previsto", reconoció Mikel Nieve, el gregario navarro de Froome, tras cruzar la línea de meta. "Estábamos todos avisados. Froome, con el ‘pinganillo’ me ordenó atacar subiendo el Peyresourde porque quería eliminar al máximo número de corredores", añadió el colombiano Sergio Henao.

Froomel había decidido atacar en el descenso y para ello había practicado la curiosa forma de pedalear bajando, con el cuerpo inclinado hacia delante y con el culo sobre el cuadro de la bici en vez del sillín. Para ello conocía de memoria cada curva del Peyresourde porque no era plan de jugarse la vida, a ratos a 90 kilómetros por hora, en un territorio virgen para él. La bajada del Peyresourde debía ser la primera señal de corneta del corredor de Kenia en este Tour. Solo necesitaba un poco de suerte y, sobre todo, como así ocurrió, coger desprevenidos a sus rivales. Contador se había quedado. Solo necesitaba que Quintana pecase de novato. El agua estaba en la meta. No en la cima del Peyresourde.

UN GRAVE DESCUIDO

"Fue un descuido mío al coger un bidón para refrescarme. Espero que no me cueste la carrera", justificó Quintana. "Cuando no estás atento, lo pagas en el Tour", lamentó su director José Luis Arrieta. "No entiendo como Nairo se quedó ahí", dijo un apenado Alejandro Valverde, que ayudó en todo lo que pudo y más a Quintana en el descenso de Peyresourde, en el imposible de capturar a un Froome lanzado. "He cogido una ventaja interesante (23 segundos bonificación incluida), pero ahora viene una etapa muy dura y veremos como queda todo", festejo Froome, ante la durísima despedida pirenaica de este domingo, una de las grandes citas de este Tour 2016.

Cualquier desfallecimiento subiendo Arcalís, en Andorra,  se pagará mucho más allá de los 23 segundos conseguidos este sábado por Froome, tras una etapa en la que el Sky demostró su extraordinario poderío al imponer un ritmo-cerrojo con hasta seis gregarios al servicio del nuevo jersey amarillo que impidió cualquier movimiento a sus rivales, incluidos Quintana y sus compañeros.

Todas las clasificaciones en la página oficial del Tour.