Pirineus 1975: tradición gastronómica entre guiris

Quizá no esperen su propuesta gastronómica, pero seguro que la agradecerán. ¿A quién le va mal poder sentarse a cualquier hora para deleitarse con una tabla de quesos o de embutidos, o para catar algunos de sus ricos vinos? ¿A quién le disgusta la cocina tradicional bien hecha?

Los nuevos dueños de este espacio agradable y luminoso, que recuerda en cierto modo a los casinos de pueblo de antaño, han mantenido el nombre del local pese a que han cambiado la oferta culinaria.

Ya no podrás pedir comida casera, sino elaboraciones más modernas y trabajadas con la firma del chef Marcel Olivares, que se formó en diferentes restaurantes en Europa y América y trabajó dos años en El Celler de Can Roca.

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Ahora, en Pirineus 1975 puedes tirar de entrantes ligeros y con un puntito moderno como la ensalada 'nórdico-mediterránea' de salmón marinado con escarola, remolacha, cremoso de queso Saint-Marcellin y eneldo o apostar (y ganar) por recetas de siempre como el impecable bacalao con espinacas a la catalana o los sensacionales pies de cerdo deshuesados, cocidos a baja temperatura y rellenos de salsa de 'ceps', morcilla, butifarra y un poquito de trufa.

Platos, todos ellos, que forman parte de los dos menús de mediodía laborable, que cuestan 14,50 y 19,50 €.