Un 'dos en uno' en el Born

Florería y Brasero Atlántico: modernos y argentinos

La sardina ahumada y confitada de Brasero Atlántico.

La sardina ahumada y confitada de Brasero Atlántico. / Judit Murphy Burgos

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Ferran Imedio
Ferran Imedio

Periodista

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Barcelona es un polo de atracción gastronómica planetario, pero también un destino deseado para los amantes de los buenos tragos. Ahí está la lista de 50 Best World Bars de 2023 para corroborarlo, con Paradiso como número uno, y con Sip, tercero, y Two Schmucks, séptimo.

Desde ahora se suma a la oferta líquida (y sólida) de la ciudad Florería Atlántico, el bar bonaerense que es 18º en la clasificación mundial; ocupa el sótano del restaurante Brasero Atlántico, que también forma parte del proyecto barcelonés (avenida del Marquès l’Argentera, 19) que han puesto en marcha tres 'cracks' argentinos.

Florería y Brasería Atlántico

Avenida del Marquès de l'Argentera, 19. Barcelona

Teléfono: 93.427.29.06

Precio medio (sin vino): 40 €

Son los 'bartenders' Tato Giovannoni (elegido en 2020 por sus colegas como el mejor del mundo) y Diego Cabrera (Salmón Guru, 15º mejor bar del mundo), y el experto en 'hospitality' Alex Resnik. Gente con sobrada experiencia para proponer este dos en uno, este arriba y abajo, este sube-baja: un "restaurante con bar" arriba (Brasero Atlántico) y una "coctelería con restaurante" abajo (Florería Atlántico).

A pie de calle, entre luces cálidas y ambiente industrial, lo que ellos denominan "fuego y montaña": destacan las especialidades y los cortes de carne argentinos a la parrilla (la lengua de cordero escabechado, la molleja de corazón) que se pueden maridar con vinos de todo el arco mediterráneo.

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En la 'cueva', al son de la música de un 'dj' que pincha vinilos y en una atmósfera recogida, "mar y agua" (las empanadas de centolla y camarón, la ventresca de bonito confitada con guisantes del Maresme...) que se combinan con cócteles representativos de países de nuestro entorno y clásicos del Florería Atlántico de Buenos Aires.

Todo ello, con una personalidad desbordante, algo cada vez más difícil de ver a este lado del océano.