Doppietta: un italiano distinto

Un restaurante italiano no tiene por qué ser obligatoriamente un restaurante de pasta o una pizzería. O una trattoria. ¿Por qué no puede ser una 'salumeria' donde probar buenos quesos y buenos embutidos de todas las regiones transalpinas y donde rematar la faena compartiendo ricos platillos de aquel país y bebiendo sus vinos? Pues claro que puede ser, y lo demuestra Doppietta, el 'hermano pequeño' de Benzina, separados por la pared maestra que comparten estos locales en Sant Antoni (pasaje de Pere Calders, 4 y 6).

Una idea gastronómica sencilla pero sólida en un lugar cálido y agradable que juega con propuestas frías y calientes. Entre las primeras, además de las lácteas y las cárnicas ya citadas, las conservas y encurtidos que preparan allí mismo, como las mermeladas caseras, las setas 'shiitake' en salsa de soja, las aceitunas y las alcaparras.

Y entre las segundas, las que destacan las mini croquetas de queso grana padano con mayonesa de trufa, la berenjena a la parmesana con stracciatella y, sí, también alguna elaboración con pasta, y muy buena, como atestiguan los 'cavatelli' con ragú blanco (sin tomate) de pollo y pecorino.

El remate final tiene que pasar, sí o sí, por el tiramisú, de los mejores de Barcelona y que gustará hasta a quienes huyen de los dulces.

Los fines de semana, Doppietta lo está petando a lo bestia con su 'brunch' 'all’italiana'. De 13.30 a 15.30 horas, hay bufet libre de 'formaggi', charcutería, ensaladas y huevos y luego te sirven un plato caliente en la mesa  (pasta, 'risotto', 'polpette al sugo rosso' -son albóndigas-...); todo, por 25 €, incluyendo una bebida (cerveza, vermut o aperol spritz) y un postre o café a escoger. Con razón hay lista de espera.

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