Comer por menos de 15 €

Menú del día: Bar Andalucía o cómo agarrar fuerte un barrio que desaparece

Un establecimiento clásico del Poblenou que resiste los embates de la especulación, con 15 primeros entre los que elegir y 12 segundos

Bar Andalucía: arroz con navajas

Bar Andalucía: arroz con navajas / Alberto García Moyano

Alberto García Moyano

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Tras un par de incursiones fuera de Barcelona, tocaba volver a hacer proselitismo de la urbe porque (i) tampoco es que salga de Barcelona tanto en días de menú del ídem y (ii) no es cuestión de desatender a los lectores que frecuentan tan magna urbe, siempre tan dejados de la mano de Bjork por la actualidad informativa.

Como en esta ocasión no fui a comer con nadie y, además, explicar la bonita experiencia que representa sentarse solo en la mesa no es algo que despierte mucho interés, solamente diré que llegué a este lugar de paso para una reunión laboral posterior. Vamos, que tenía necesidad de parar comer y no morirme de hambre. Con eso me conformaba ese día, sinceramente. Cada día me conformo con menos.

Bar Andalucía

Carrer d'Espronceda, 51. Barcelona

Tf: 93.307.10.97

Precio: 12,5 €

E iba con esta mentalidad, ya me disculparéis, porque la zona donde me habían citado después de comer era el barrio del Poblenou. Al margen de que me conozco bastante poco la zona (o, más bien, dejé de conocerla), el afán ajeno de dar la vuelta como a un calcetín al barrio me había venido generando un cierto rechazo histórico (a explorarlo, no al barrio).

En fin, que del rechazo pasamos a la ignorancia y ya sabemos qué se suele decir de esta última. Soy un firme defensor de la teoría de que es posible sacar petróleo hasta de un patatal, pero –tras ver las interminables colas para luego entrar en una subasta para poder alquilar un piso en este barrio– ánimo por persistir en esa defensa de tesis no es precisamente lo que uno tiene.

La 'galta' con patatas con piel.

La 'galta' con patatas con piel. / Alberto García Moyano

Por suerte, no todo es drama en la vida. Así que allí anduve, deambulando por la zona con la holgura que me permitió haber acabado una tarea antes de lo previsto. Y debo decir que, antes de ir a parar a mi destino final, me quedé por el camino con ciertos lugares que espero atacar pronto. No todo está perdido al parecer. Qué alegría.

El flan con fresones y nata.

El flan con fresones y nata. / Alberto García Moyano

Pues bien, el Bar Andalucía resulta ser uno de los pilares del barrio y, ya desde fuera, marca territorio. Se trata de un bar esquinero o, más bien, 'chaflanero' pues desde él se domina la confluencia de Espronceda con Ramon Turró. Entrada con barra aptísima para pasar un buen rato en casi casi cualquier circunstancia. Y el comedor, oh el comedor. Me quedé tanto rato contemplándolo —embobado, por supuesto— que me tuvieron que espetar un “cuando quieras te sientas”. Dicho y hecho. Acto seguido, menú en mis manos.

Si eres de los que, como servidora, lo llevan mal con la elección de los primeros platos del menú (espero no estar solo en esto), en el Bar Andalucía no hay nada que temer. Hay hasta 15 (sí, 15) opciones. Riesgo mínimo, porque la cosa iba plagada de cocidos de garbanzos, guisantes estofados, 'fideuàs' y otros platos que llevaban las majísimas jefas de la sala con mucha frecuencia.

La terraza del Bar Andalucía, en el Poblenou.

La terraza del Bar Andalucía, en el Poblenou. / Alberto García Moyano

Precedido por el entrante de cortesía (una ensalada verde), quien suscribe pidió el arroz marinero; porque era jueves y las tradiciones hay que respetarlas. Con un 'fumet' bien potente, bien de costilla, almejas y, ojo, navajas. Ese 'pack' me convenció tanto que casi me olvidé de que el tipo de arroz empleado no era mi preferido.

Afrontar el segundo plato aún era menos arriesgado en materia de errores de elección. Con hasta 12 opciones para este turno, lo mejor es no mirar atrás para no ser estatua de sal, porque la mayoría llamaba fuerte: desde el codillo, pasando por los libritos, el lomo rustido a la mostaza… en fin.

En mi caso volví a revisitar un clásico de nuestra cocina: la 'galta' (carrillera) de 'porc' “BONÍSSIMA”, como anunciaba el propio menú. Voy a ser breve para no alargaros más el suplicio: es muy posible que la 'galta' del Bar Andalucía compita con la que sirven en el Gelida, emblema barcelonés donde los haya y de los lugares favoritos de quien os escribe. Las patatas fritas del Andalucía llevan piel, por si sois maniáticos. Espero que no lo seáis, porque os perderíais un acompañamiento magnífico para esta gran 'galta'.

Para el postre ni ellos se complican la vida ni tampoco lo hice yo: flan y 'p’alante'. Canónico y sin tacha. Para qué jugar al doble o nada a estas alturas, de verdad.

Visitas como esta (me) ayudan a romper prejuicios y a seguir encariñándose de un barrio a pesar de que lo vayan tirando o sustituyendo por alternativas de dudoso provecho social. Viva el Poblenou, el Bar Andalucía y la cantidad de vecinos que lo frecuentan. Hasta más ver.