Contra el ‘usar y tirar’

Cómete hasta los cubiertos (por el bien del planeta)

El incremento de la comida para llevar debido a las restricciones ha multiplicado los residuos de plástico

La joven diseñadora Laura Gispert ha ideado como alternativa sostenible Voilà, una vajilla totalmente comestible

La idea surgió como proyecto de fin de carrera y ahora se ha convertido en una empresa lista para salir al mercado

Comerse un pulpo con un cuchillo y tenedor comestibles ya es posible

Comerse un pulpo con un cuchillo y tenedor comestibles ya es posible

Eduard Palomares

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Las restricciones que pesan sobre los restaurantes han multiplicado el ‘take away’ y, con él, el uso masivo de cubiertos de usar y tirar. Algo que, evidentemente, supone un problema a nivel medioambiental.

La Unión Europea prohibió el uso de plásticos de un solo uso, una medida que España ratificó y que debe entrar en vigor en julio de este año, pero que la pandemia podría retrasar. En todo caso, ya se han empezado a buscar alternativas, que pueden ser vajillas reutilizables o bien fabricadas con materiales compostables o biodegradables. Pero hay otra opción aún más sostenible e ingeniosa, tal y como propone la joven diseñadora catalana Laura Gispert: cubiertos comestibles.

Una idea que surgió como trabajo de final de grado en la escuela universitaria Elisava y que ahora se ha convertido en Voilà, una empresa que está a punto de salir al mercado. Además, ha ganado el primer premio del programa Innofood 2020 de Barcelona Activa.

“Cuando presenté el proyecto me animaron a desarrollarlo profesionalmente, porque representaba una solución a un problema actual, como es el exceso de residuos de plástico”, explica Gispert, que ha contado con la colaboración del chef Xano Saguer, que fue copropietario de Espai Sucre, y el asesoramiento de Forns Enrich.

Una vajilla de harina de arroz

Cuentan con tenedores, cuchillos, cucharas, cucharillas para el café, palas de helado e incluso palillos orientales, que están elaborados con harina de arroz, y cumplen con todos los requisitos para ejercer su función, como rigidez y resistencia a la humedad, al calor, al frío…

“La base es un sabor neutro, aunque estamos explorando una gama salada y otra dulce, y también se pueden adaptar a las necesidades de cada uno. La textura puede recordar a una galleta, pero con una receta propia. Son sin gluten ni alérgenos, aptos para veganos y sin impacto ambiental. Además, ofrecen una experiencia original e innovadora al comensal”, resume su creadora.

Toda la gama de la vajilla comestible Voilà.

Toda la gama de la vajilla comestible ideada por Laura Gispert. / Voilà

Esto abre múltiples puertas, como la posibilidad de comerse una tarrina helado y, en vez de tirar a la basura la paletilla, comérsela y evitar así cualquier residuo. O después de remover el azúcar del café.

Y lo mismo sirve con cualquier otro plato con más consistencia, sea dulce o salado, clásico o creativo. El punto clave de Voilà, no obstante, no ha sido dar con la receta en sí, sino todo el proceso de I+D que ha llevado a cabo a nivel de producción.

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“Si queríamos que fuese un substituto del plástico de un solo uso, debíamos conseguir que fuera fácil de fabricar a gran escala y a un precio reducido. No podía ser un producto artesano o de obrador, sino una alternativa real”, explica Laura Gispert, que avanza que su proyecto está listo para entrar ya en la fase de comercialización.

Cubiertos biodegradables o reutilizables

Otra fórmula que ya tienen los restaurantes al alcance son los cubiertos biodegradables o compostables, fabricados con materiales orgánicos, como madera, almidón de maíz, celulosa, bambú o todo tipo de bioplásticos. Sin embargo, todos ellos requieren un proceso de recogida selectiva y tratamiento posterior para que realmente sean reciclables. Y, además, no todos los usuarios depositan sus residuos donde realmente tocaría.

Asimismo, también se podría llevar siempre encima un juego de cubiertos propios, igual que las botellas reutilizables, pero ya se sabe que los cambios de hábitos cuestan, sobre todos aquellos que implican un pequeño esfuerzo.

En todo caso, el plástico de ‘usar y tirar’ en la restauración tiene los días contados, y mejor si su alternativa es original, ingeniosa y de verdad sostenible.