Sector en auge

La náutica gana atractivo entre los jóvenes: 0% de paro y salarios por encima de la media

La apuesta por la economía azul y la celebración de la Copa América de vela aumentan la demanda para acceder a estudios de la Facultat de Nàutica de Barcelona

Barcelona confía a la economía azul la generación de 10.000 nuevos puestos de trabajo

Joan Alonso, Gabriel Moore y Yael Abat, estudiantes de la Facultad de Nàutica de Barcelona.

Joan Alonso, Gabriel Moore y Yael Abat, estudiantes de la Facultad de Nàutica de Barcelona. / EP

Glòria Ayuso

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“No os habéis equivocado de estudios, no os van a faltar las salidas profesionales”, asegura el profesor y ex decano de la Facultad de Nàutica de Barcelona (FNB-UPC), Santiago Ordás, a sus estudiantes. Los datos lo corroboran: ocho de cada diez graduados en ingeniería naval ya trabaja a los tres meses de terminar los estudios y prácticamente la totalidad al cabo de un año, en puestos con retribuciones por encima de la media para los recién titulados.

La expresión mota y madera remonta al sistema de financiación del comercio marítimo en el siglo XIX: los accionistas o bien invertían en madera, es decir, en el barco; o en la mota, los productos que transportaba. Dado que captar talento resulta ahora una inversión esencial, la Facultad de Nàutica ha bautizado con el nombre Mota y Madera a la jornada anual que reúne a los estudiantes con empresas del sector marítimo interesadas en contratar a los futuros ingenieros.

El profesor Santiago Ordás se dirige a los estudiantes en la jornada Mota y Madera, antes de que se reunan con las empresas.

El profesor Santiago Ordás se dirige a los estudiantes en la jornada Mota y Madera, antes de que se reunan con las empresas. / EP

Difícil escoger

“Van saliendo muchas ofertas, es difícil escoger”, constata Joan Alonso, estudiante de 23 años que terminará en junio la doble titulación de Ingeniería en Sistemas y Tecnología Naval. Acaba de realizar una entrevista con una empresa holandesa que busca a un mecánico naval, oferta que le atrae más que otras recibidas en el mercado local. “Creo que prefiero trabajar fuera una temporada, para después volver a Barcelona”, comenta.

La gran demanda, procedente también de otros países, dificulta aún más cubrir determinados puestos. No obstante, este año la facultad ha registrado una mayor solicitud para cursar estos estudios. ¿El motivo? “La apuesta de Barcelona y Catalunya por la economía azul y la celebración de la Copa América de vela, que más que un enfrentamiento deportivo se trata de una competición tecnológica entre los mejores ingenieros del mundo”, responde Ordás. El profesor también lo atribuye a “la enorme actividad que lleva a cabo el Port de Barcelona, motor económico que está dinamizando el sector”, y a la tarea intensa de promoción de estos estudios que ha realizado la facultad. Como consecuencia, la nota de corte ha subido por encima del 6,5 en los grados de Tecnologías Marinas y Náutica y Transporte Marítimo; y hasta el 8 en el Grado en Ingeniería en Sistemas y Tecnología Naval.

Facultat de Nàutica de Barcelona.

Facultat de Nàutica de Barcelona. / EP

Absorción externa

Estos títulos permiten acceder a profesiones reguladas, como capitán o jefe de máquinas de marina mercante; así como al diseño y construcción o mantenimiento naval. Otras figuras son las de controlador de tráfico marítimo, capitán, consignatario, y las de responsabilidad en puertos deportivos o en Puertos del Estado. Es el caso de Núria Obiols, capitana de la marina mercante y actualmente directora de operaciones del Port de Tarragona.

Sin embargo, un 20% de los nuevos ingenieros, muy buscados por la industria, también acaban ocupando otros puestos ajenos al sector, en ámbitos como las energías renovables, que por su momento de gran expansión está absorbiendo a muchos de los graduados. “Estoy viendo que tengo muchas opciones también fuera del sector naval”, valora Yael Abat, de 24 años.

Astilleros en Arabia Saudí

“Todo nuestro personal directivo y responsables de cada uno de los departamentos se ha graduado en esta Facultad”, remarca Carmen Sánchez, directora de Recursos Humanos de MB92, dedicada al mantenimiento y reparación de grandes yates. Con 400 empleados y sedes en Barcelona y Marsella, Sánchez no duda en explicar a los estudiantes que también ofrece puestos de trabajo fuera de España: recientemente, ha desplazado a un equipo a Araba Saudí, donde se encargarán de los nuevos astilleros de la ciudad de The Line

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