En Barcelona

La Guardia Urbana forma al personal del metro para actuar en caso de agresión sexual

El año pasado se registraron 39 casos de violencia sexual en las instalaciones de este transporte metropolitano

Las agresiones sexuales en el transporte público se disparan un 45% en dos años

La Guardia Urbana en el metro

La Guardia Urbana en el metro / Guardia Urbana

Germán González

Germán González

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Agentes de la Guardia Urbana de Barcelona forman a personal de Transports Metropolitans de Barcelona en el metro para que sepan detectar situaciones de agresión sexual, puedan prevenirlas o actuar en caso de que se encuentren con una víctima. Según datos del Departament d’Interior el año pasado se produjeron 39 agresiones sexuales en el metro, una situación que no únicamente pasa de noche sino también de día. Por eso, la policía municipal ha decidido incidir en esta formación de más de cuatro horas en las que se explica cómo detectar un caso o prevenirlo.

El intendente y portavoz de la Guardia Urbana, Jordi Oliveras, ha explicado a este medio que “cualquier víctima de violencia sexual se puede encontrar también en el transporte público. Y, por tanto, entendimos que tocaba que cualquier operador que estuviera en vía pública tuviera cierta formación en relación con la prevención y la atención, y también la reacción en este tipo de violencia sexual”. La formación va dirigida a un centenar de trabajadores del metro.

En este sentido ha destacado la importancia del personal de este transporte público por su trato directo con una posible la víctima y por eso se les forma en conocimientos básicos de derecho penal adaptado a las circunstancias de metro y de la vía pública, como por ejemplo “aquellas infracciones que se pueden denunciar por parte de la policía o por parte de cualquier persona”. “Esto les facilita muchísimo su labor porque saben que están viendo un hecho delictivo o una infracción administrativa” ha señalado el portavoz de la Guardia Urbana quien añade que la prioridad es centrarse “mucho en la atención a la víctima”. Por eso se les enseña a tratarla, la prevención de cualquier agresión y cómo reaccionar con casos concretos.

La víctima, en el centro

“Hay un ejemplo muy claro. Una chica que usa el metro para ir a su domicilio a las 07:00, va bajo los efectos del alcohol y viaja sola, Igual hay gente que la está molestando. Un trabajador del metro puede observar la situación y si considera que existe riesgo puede actuar gracias a sus conocimientos sobre atención a las víctimas”, ha explicado Oliveras.

Gracias a esta formación, los empleados del metro “saben que no tienen que dejar sola a la víctima” y por eso pueden acompañarla o llamar a alguien para que lo haga, además de detectar si se ha producido un delito o una infracción administrativa. En este sentido, Oliveras ha destacado que llamarían inmediatamente a la policía: “Esta formación al final tiene mucho que ver con la coordinación policial”.

La Guardia Urbana en el metro

La Guardia Urbana en el metro / Guardia Urbana

Los agentes de la Guardia Urbana quieren llevar esta formación contra las violencias sexuales a otros operadores nocturnos, como los autobuses que circulan de noche, o los vigilantes de seguridad del transporte público. El portavoz de la Guardia Urbana ha recordado que no solo se limitan a dar clases sobre violencias sexuales sino también sobre otros ámbitos de persecución policial de delitos, como por ejemplo en el metro también se forma en cómo actuar en casos de pintadas o ataques de grafiteros así como en la detección de drogas.

Otros sectores

La Guardia Urbana también ha impartido formación a trabajadores del sector de ocio nocturno, como porteros, personal de sala, vigilantes de seguridad o controladores de acceso, en detección y prevención de violencias sexuales. También se les insiste en la atención a la víctima a la espera de la llegada de los cuerpos policiales y en cómo actuar en casos concretos, como preservar vasos por si hay sospechas de intoxicación en la bebida, identificar posibles autores, tener testigos o dejar a la afectada con sus amigos para que no se quede sola.

Esta formación se hizo dentro del protocolo de actuación 'No callem' contra las agresiones sexuales en espacios privados de ocio nocturno y zonas públicas que la Guardia Urbana lleva desarrollando desde hace varios años. En este sentido, también se han establecido seis itinerarios seguros en centros de ocio para incrementar la presencia policial en los caminos hacia el transporte público de noche, con el objetivo de erradicar el riesgo de agresión sexual.

Desde el Ayuntamiento de Barcelona se incide en la lucha contra la violencia sexual y la machista, tanto con oficinas específicas de atención a la víctima como un incremento de las herramientas de detección de las patrullas policiales de diversos casos. De esta forma, los agentes de la Guardia Urbana tienen sistema para evaluar los riesgos cuando acuden a una intervención en un domicilio por una disputa familiar y gracias a unos indicadores pueden analizar mejor lo que han visto y hacer un seguimiento de un posible caso de violencia doméstica.

Compromiso de TMB

En declaraciones a este medio, Ricardo Ortega, responsable de Seguridad y Protección Civil del metro ha explicado que TMB fomenta cualquier acción contra "la violencia sexista o LGTBI-fóbica y por una tolerancia cero con la discriminación y acoso en el transporte público". Por eso, la formación de los agentes de la Guardia Urbana está vinculada a estas "políticas de responsabilidad social de TMB, un referente internacional en la lucha contra las agresiones sexuales y la LGTBI-fobia y que cuenta con el reconocimiento de la Unión Internacional del Transporte (UITP)".

La formación va dirigida a agentes de intervención y coordinadores de este departamento, coordinadores y técnicos de seguridad, y personal de atención al usuario del centro de control de metro y de los Puntos TMB del metro que están en contacto con los usuarios. "Además de esta formación, tanto los empleados como el personal de seguridad disponen de diferentes canales de comunicación con los Centros de Control de metro y de procedimientos de actuación internos, donde se fija que ante cualquier detección de situación de violencia, desde del Centro de Seguridad y Protección Civil se canaliza la interlocución y coordinación con las fuerzas de Seguridad y Servicios de Emergencia, garantizando hasta su llegada, protección y atención a la víctima", señala Ortega

Además, ha señalado que "este tipo de violencia se erradica con cualquier mínimo compromiso, no sólo con políticas de seguridad institucional, que deben existir, sino con la tarea que se puede hacer en el transporte público preventiva". Por eso, ha remarcado que el personal del metro "es clave para prevenir y detectar violencias sexuales" y ha recordado las campañas de concienciación que lanza TMB para erradicar estas situaciones.

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