A partir de 2026

Collboni consolidará el urbanismo táctico de la 'superilla' de Sant Antoni con retoques para "no repetir errores"

La reforma afectará a tramos de Comte Borrell y Parlament y a la plaza que hay en su cruce y supondrá una inversión de ocho millones

El Eixample prepara ya la versión 2.0 de la 'superilla' de Sant Antoni

Barcelona descarta replicar el modelo de ejes verdes al costar su mantenimiento diez veces más que en otras calles

La supermanzana de Sant Antoni, en una imagen de septiembre de 2021.

La supermanzana de Sant Antoni, en una imagen de septiembre de 2021. / Ferran Nadeu

Toni Sust

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Barcelona invertirá ocho millones de euros en convertir el urbanismo táctico de la ‘superilla’ de Sant Antoni en definitivo. Es una consolidación pendiente y prevista a la que el gobierno de Jaume Collboni ha puesto fecha: está previsto que los trabajos se inicien a principios de 2026 y duren un año y medio, es decir, que estén acabados coincidiendo con el fin del mandato, para las elecciones municipales de 2027. Hasta finales de 2025, se procederá a la definición de cómo se transforma la zona.

La medida  dará continuidad a la urbanización ya completada en el entorno del mercado de Sant Antoni y ha sido anunciada este jueves. La conversión en definitivo del urbanismo táctico, ahora pintado en el espacio, afectará a varios tramos de las calles del Comte Borrell y Parlament y a la plaza que se encuentra en el cruce de ambas vías.

Los errores de los ejes verdes

La primera teniente de alcalde, Laia Bonet, ha subrayado que la decisión supone cumplir con el compromiso de “convertir en estructural el urbanismo táctico que ha funcionado como espacio de estancia”, a pesar de que, ha añadido, no lo ha hecho en cuanto a evitar la degradación del espacio público. Por eso, el gobierno introducirá cambios en varios frentes cuyos detalles no se conocerán por ahora, aunque sí los criterios generales que los regirán.

Obra a Sant Antoni

Recreación del proyecto ganador para la plaza que forman Borrell y Parlament, obra de Leku Studio, SLP. / Ajuntament de Barcelona.

 Queda claro que la ‘superilla’ mantendrá su carácter general, que no se verán coches donde hoy no se ven. La esencia no cambiará, pero los acabados lo harán. Y Bonet ha dejado claro que esas modificaciones partirán de la experiencia de lo que no ha funcionado en los ejes verdes, y que ha dicho que se ha podido comprobar en su primer año de existencia. El objetivo: “No repetir los mismos errores. Que las pacificaciones garanticen que mejoran la calidad del espacio publico y que no refuerzan su degradación”.

Los nuevos criterios

La teniente de alcalde ha afirmado que se introducirán “algunos criterios de sentido común”. “El primero, que la transformación resuelva las carencias detectadas en los ejes verdes en su primer año de vida. El segundo, la necesidad de garantizar la flexibilidad y la convivencia de usos. Y el tercero, imprescindible, introducir los criterios de cumplimiento del código de accesibilidad”, ha enumerado. Sin embargo, ha añadido que es pronto para saber cómo quedará definitivamente esta parte de Sant Antoni.

El consistorio, ha explicado Bonet, prevé adjudicar en las próximas semanas la redacción de los anteproyectos de la operación, y parte de los dos concursos abiertos a final del mandato anterior para diseñar las soluciones finalmente elegidas. Un concurso se abrió para la plaza de Borrell-Parlament, que se ejecutará este mandato, y para la de Rocafort-Tamarit, y el ganador se ha conocido este jueves.

La propuesta ganadora del ámbito de la plaza de Borrell-Parlament ha sido la de Leku Studio, SLP, y será el punto de partida para el trabajo del equipo redactor del proyecto. El concurso abierto para las calles se resolverá próximamente. El ámbito afectado por la reforma que empezará en 2026 suma 13.400 metros cuadrados. Lo forman tres tramos de Comte Borrell, entre Paral·lel y Manso, y dos de Parlament, entre Viladomat y la Ronda de Sant Pau, además de la plaza que hay en el cruce de Borrell y Parlament.

Identificar los usos

Bonet ha insistido en que ha habido carencias en varios ámbitos de las zonas pacificadas, como el mantenimiento y la movilidad. “Hay cosas que son muy claras”, ha dicho, y ha puesto como ejemplo los materiales que se han roto en este primer año. También ha citado lo que considera una convivencia de usos desordenada.

Cuando no identificas dónde se hace carga y descarga, por dónde pasan los peatones, las bicicletas, los patinetes y cuáles son los espacios de estancia, porque todo tiene el mismo dibujo y es homogéneo y nada se distingue, seguro que se generan mas problemas de convivencia de usos. Si haces un diseño que ayuda a distinguir los espacios, probablemente los usos convivan mejor”, ha declarado.

Si Collboni cuestionó los ejes verdes en el mandato anterior, ya como alcalde ha advertido a los Comuns de que su intención no es dejar de hacerlos, sino de hacerlos mejor. Además, su gobierno ha anunciado una enmienda a casos como el de la reforma de Consell de Cent, entre otras cosas por suponer, según advierten, un coste de mantenimiento 10 veces superior al de una calle normal.