Barcelona abre el proceso para rehabilitar a partir de 2025 las fachadas de la plaza Reial

El Ayuntamiento de Barcelona considera que a la plaza Reial le toca algo más que un lavado de cara y este miércoles ha anunciado que el año que viene empezará un proceso de rehabilitación de todas las fachadas del espacio, tanto las de las viviendas como las de los comercios, y los espacios que están debajo de porches.

En breve se iniciarán los trabajos previos a la redacción de los proyectos de obra, que se elaborará entre el tercero y el cuarto trimestre de este año. El primer semestre de 2025 llegarán el concurso, la licitación y adjudicación de obras, con la previsión de que los trabajos se inicien a mitad de ese año.

Coste compartido

La reforma durará un año y medio, es decir, acabará, si se cumple el calendario, a finales de 2026. Tendrá un coste de 3,2 millones de euros que abonarán en parte el consistorio y en parte los vecinos, comerciantes y restauradores. Está por determinar qué cantidad corresponde a cada parte.

Así lo ha explicado la arquitecta jefe del consistorio, Maria Buhigas, este miércoles. El ayuntamiento se ha reunido con vecinos, comerciantes y restauradores de la plaza para exponerles el plan y subraya que la plaza, que data de 1848 y es obra del arquitecto Francesc Daniel Molina, fue concebida como un espacio unitario en cuanto a las fachadas, y no es objeto de un gran proyecto de puesta a punto desde 1982. “Hay algunas fachadas que muestran deficiencias y se aprecia su envejecimiento. Cuando rehabilitamos fachadas a veces nos llevamos sorpresas en positivo, recuperamos colores y la brillantez inicial”, ha subrayado Buhigas. Las fachadas de la plaza Reial están catalogadas como bien de interés local. “El objetivo es restituir el aspecto original”, ha agregado.

Ámbito de regeneración urbana

El ayuntamiento considera que una rehabilitación conjunta y unitaria de las fachadas y porches es imprescindible para que recupere sus valores patrimoniales. Para proceder a la reforma se declarará el espacio ámbito de regeneración urbana. El gobierno de Jaume Collboni subraya que la reforma se suma a la de la Rambla como apuesta por dar prioridad a Ciutat Vella, uno de los ejes del mandato según anunció el alcalde.

El consistorio se encargará de los trámites, los proyectos, las peticiones de licencia y la contratación de las obras de restauración de fachadas y espacios que están debajo de los porches. Los propietarios tendrán que firmar un convenio con el consistorio.

El proyecto ejecutivo será redactado por el Institut Municipal del Paisatge Urbà (IMPU) y el Institut Municipal d’Urbanisme (IMU) presentará varias cuotas a los particulares. Los vecinos tendrán que permitir el acceso a la propiedad correspondiente y el IMPU subvencionará hasta en un 45% el coste que deben asumir, con un tope de 50.000 euros.

Comerciantes y restauradores

Los comerciantes y restauradores deberán permitir la instalación de la bastida y facilitar los trabajos debajo de los porches y también podrán recibir subvenciones para renovar el espacio exterior de sus establecimientos. Para ello, deberán ser propietarios o inquilinos de locales hasta 500 metros cuadrados, no haber cambiado de titularidad o actividad en los dos últimos dos años, disponer de permiso de obra y pedir la subvención antes de que se inicien los trabajos.

En el caso de los comercios emblemáticos, la ayuda puede ser de hasta un 50% con un tope de 20.000 euros. En el de la imagen exterior de los locales, de hasta un 20% con un tope de 15.000 euros.